Instituto Madness

Capitulo 2: Secretos revelados

[Vista de Zaida]

Acaba de sonar el timbre que indica que se acaban las clases. Espero que la profesora se acuerde de lo que le he dicho antes.

("Se acuerda, ¿y tú qué sabes? Lo mismo que tú, déjame en paz. ¿Es que no puedo pensar tranquila sin que me molestes? No...")

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[Vista de Blanca]

La niña me daba escalofríos, pero sus palabras resonaban en mi mente: "Soy la única en la que puedes confiar".

("¿Significa eso que no puedo confiar en el director?")

No, estaba segura de que esa afirmación no era del todo cierta. Había algo extraño en estos alumnos.

("Solo debo seguirle el juego y esperar lo mejor")

Con paso firme, me dirigí hacia la entrada del instituto, cruzándome con una marea de estudiantes que salían apresurados de sus clases.

("No les mires a los ojos y ellos no te mirarán")

El recuerdo de las palabras de esa chica resonaba en mi cabeza: "Somos como animales".

("¿Qué querrá decir con eso?")

Llegué a la entrada, pero aún no aparecía. Empecé a dudar, preguntándome si todo aquello no había sido más que una broma. Sin embargo, decidí confiar en ella y me quedé allí, esperando.

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[Vista de Zaida]

- Zaida, ¿Qué piensas de esa profesora?

- Es alta y delgada, tiene el pelo corto y castaño, y viste con tejanos y una camisa de cuadros. Su estilo no me va mucho, pero si a ella le gusta.

- No me refería a eso -preguntó Manel, mirándome con suspicacia.

("No tengo tiempo para esto, la profesora te está esperando, ¡ya lo sé!")

- ¿Entonces a qué? -pregunté, tratando de desviar la conversación.

- Bueno, da igual -dijo, cambiando de tema- ¿quieres té?

- No, gracias -rechacé, recordando que debo mantener una conversación seria.

- Entendido -respondió, con una sonrisa pícara.

- ¡Delegada! -me llamaron desde otro lado.

("No tengo tiempo para esto, la profesora te está esperando, ¡ya lo sé!")

- ¿Qué pasa, Will? -le pregunté, tratando de apresurar la conversación.

- ¿No le habrás dicho nada raro a la profesora? -me preguntó, con un tono desconfiado - Si lo haces me veré obligado a contar tu secreto.

- No, y eres mi hermano, deja de llamarme delegada -le pedí, sintiéndome frustrada.

- Delegada, puede que sea tu hermano, pero es mi novio -intervino Marina, tomándolo de la mano.

("Tengo que irme, pero este asunto no va a terminar aquí.")

- Cuenta, cuenta -le incitó Marina.

- Pues... -comenzó Will, con una sonrisa traviesa en el rostro.

- ¡Que te calles! -interrumpí, sintiendo que la situación se me escapaba de las manos.

- ¡Ella en realidad es rubia, pero se tiñe porque no quiere parecer tonta! -exclamó Will, revelando mi secreto a toda la clase.