En el que los mejores estudiantes dan un discurso

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Creí que él solo ponía de conejillos de india a personas ajenas a si mismo por lo que que cuando presentó el examen para la universidad junto a Light, tuve que hacer como si en verdad estuviese concentrada en lo mio y no en que, varias bancas detrás nuestro, el detective nos miraba como un búho posado en lo alto de una rama.

De verdad había esperado no volver a verlo. Con todas las cosas horrendas que le había dicho la ultima vez.

Decir que yo no estaba concentrada era decir poco. Me moría por saltar al regazo del pelinegro, y recorrerle el cuello con húmedos besos, y explorar con las manos la piel debajo de su camiseta y...

Pero eso estaba fuera de discusión. No lo tendría de nuevo. Tendría que conformarme con las crueles caricias de Light, y la forma en que limitaba el placer que podía darme para propinarme algún castigo.

Ademas tenía que pasar el examen. No con un promedio perfecto como el de Light, aunque si con uno lo suficientemente bueno como para que me aceptaran en la universidad a la que el par asistiría.

No obstante, como aun era nueva en el mundo de los inteligentes, me vi en la penosa necesidad de mirar en dirección al examen de Yagami para comparar nuestras respuestas... Y de paso memorizar todas las otras.

Establecí un fácil sistema de mirar una vez cada que cambiaba de hoja por un espacio de entre tres y cuatro segundos, y mi deshonestidad fue recompensada a las pocas semanas, cuando me enteré de que había entrado.

¿Quien iba a decirlo? Yo, una universitaria.

-No siempre te tocará a mi lado cuando hagamos las pruebas.- me gruñó Light, aunque como me quería cerca de él en todo momento, dudo que le molestara el truco del que me había valido.

-Bueno, supe que harías tu discurso con alguien más. Quizás la próxima vez miré sus respuestas en lugar de las tuyas.-

Me miró, falsamente molesto, aunque supongo que lo dejaría pasar por que se acordaba de Charlie y de mi trágica existencia. En ocasiones lo hacía. Otra no.

-Al menos tuviste la decencia de no pasarlas todas iguales.-

Asentí y traté de distraerlo subiendome seductoramente una de las calcetas por la pantorrilla, pero no fue suficiente. Su mente de niño genio ya había pasado al tema que menos deseaba tratar.

-¿Cuando ibas a decirme que posees memoria eidética?-

-¿Eh?-

-¡Memoria fotográfica, ____! ¿Por que no me lo dijiste antes?-

-No creí que te intere...-

-¡Debes estar bromeando! ¿Como no iba a interesarme? Se dice que no aparece en adultos ¿como es que la tienes? ¡¿Tienes idea de todo lo que podría hacer con ella?!-

-Matar muchos malos, supongo.-

Frunció el ceño. -Entre otras cosas.-

-Lo lamento. He sido indiscreta.-

Se me quedó mirando, casi embelesado, y luego soltó una risa -Da igual. De cualquier forma no podría enojarme contigo, ____.-

Y ¡oh! Si hubiera sabido lo equivocado que estaba.

Narra Light.

Me gustaba que me vieran con Lovett alrededor del campus. Aunque la llevaba bien sujeta de la muñeca, y probablemente le hacía algún daño, no se quejaba, sino que me seguía como un perrito faldero, moviéndose de esa forma seductora que le caracterizaba sin siquiera darse cuenta de ello. Me gustaba que nos vieran juntos, por que así sabían que era mía. Y que mas les valía guardar la distancia.

Le ordené que permaneciera sentada en el asiento a lado del mio durante el tiempo en que daba el discurso de bienvenida junto aquel otro tipo extraño, al que habían reprendido durante el examen por sentarse de una forma incorrecta.

Todo iba bien hasta el momento en que este comenzó a bombardearme con datos acerca de mi vida y al volver a nuestros asientos, pidió a la chica que por favor que le cediera aquel sitio.

______ acató en seguida, desobedeciendome con el descaro suficiente como para ameritar algunos gritos mas tarde.

Luego, el pelinegro me confesó que era L. Y fue como si toda la presión que había estado soportando sobre mis hombros hasta aquel momento me aplastara de lleno.

Comenzó a hablar de tantas cosas acerca de la investigacion del caso Kira, los sospechosos y demás, que apenas pude controlarme frente suyo.

____ estaba preocupada por mi, se le notaba por la forma en que se removía en su asiento y miraba en nuestra dirección de vez en cuando, tratando de adivinar lo que pudo haberme puesto en tal estado. Por supuesto, no alcanzaba a escuchar palabra, ya que L (o el impostor enviado por L) y yo hablábamos en los mas bajos susurros.

Al finalizar la ceremonia, la chica trató de alcanzarnos pero se lo prohibí con una mirada de advertencia. No quería que L también la tuviese a ella en su lista de sospechosos.

Finalmente, el enclenque pelinegro se marchó en una lujosa limusina y pude encararme con _____, arrastrandola con violencia del brazo y llevandola a un lugar menos publico para desahogar mis frustraciones en ella.

-¡Te dije que te quedaras en aquel asiento y me desobedeciste!-

Retrocedió con precaución, mirándome con los ojos llenos de aquel temor que tanto me excitaba.

-Lo lamento... Ese chico parecía querer decirte algo y...-

-¡Y tú le dejaste! ¡Y ahora estoy hasta la garganta de mierda! ¡¿Eres tan estúpida que ni siquiera puedes seguir una orden?!-

Se le endureció el semblante.
-Estas portandote como un imbécil, Light. Tranquilizate de una vez, es una tontería.-

La empujé contra una de las paredes del recoveco en donde nos habíamos metido, y seguido de ello la atrapé del cabello, obligándola a mirarme.

-¡Si te doy una orden vas a seguirla! ¡¿Entendido?! ¡Si te digo que te quedes en un puto asiento, te quedas en el asiento! ¡Si te digo que te quiero de rodillas, te pondrás de rodillas de inmediato!-

-¡Sueltame! ¡No eres más que un pedazo de mierda déspota y engreído!-

La estampé contra la pared bruscamente, y ella gimoteó, mirándome con todo el odio que era capaz de mostrar, aunque sin permitirse echarse a llorar en frente de mi.

Aquello me enfureció aun más. Quería que llorara, que rogara perdón arrastrándose en el suelo. Al fin y al cabo, yo tenía el poder de matarla en aquel preciso instante, lo único que la mantenía con vida era mi benevolencia. Mi benevolencia y aquel cuerpo que quería bajo mis sábanas.

-¡Eres mía! ¡¿Lo entiendes?! ¡Me perteneces!-

Trató de forcejear, pero poco a poco, comprendió que su fuerza no era nada comparada a la mía.

-Basta, Light... Estas lastimandome...-

-Suplica-

Hipeó al escucharme, como si aquello le despertara los mas oscuros recuerdos, pero no me importaba. Necesitaría algo de mano dura antes de poder convertirse en la compañera ideal con que yo reinaría el nuevo mundo.

-Por favor...-

-Haz que sea convincente.-

Por fin, las lágrimas se deslizaron por sus redondeadas mejillas, tembló su barbilla y se le humedecieron los labios. Y pidió perdón y aseguró que no lo haría de nuevo nunca más.

-Dí que eres mía.-

-Lo soy, Light... Soy tuya...-

Aquello bastó para hacer que me ablandara. Besé con violencia sus carnosos labios, mordiéndola al final y lamiendo la sangre que emanaba de la herida, para que tuviese un recordatorio, y seguido de ello deslice una mano por debajo de su falda, acariciando de forma lenta y tortuosa aquel punto que tan manipulable la hacía. Jadeó.

-Ahora ¿quisieras demostrarme tu lealtad, ____?-

Sus ojos se agrandan por el temor que yo tanto adoro.

-De rodillas- le ordeno.

The Loveliest Boy I've Ever Fucked (L&Lightxtú)Where stories live. Discover now