ESPECIAL .- BODA

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Zero estaba inquieto hace apenas una semana se había topado con el tío de Kaname en el supermercado y este lo había besado a la fuerza, aún tenía el sabor amargo en su boca, estaba a tres horas de casarse y desde que se había levantado sentía que algo iba a pasar, ahora se encontraba frente la oficina de Kaname, todos sus empleados lo miraban con recelo, unos más que otros, vestía deportivo como un día cualquiera como si ese día no fuera a casarse, de hecho en tres horas tenía que estar listo, pero no, ahí estaba el, con el nudo en la garganta y ojos acuosos, animándose así mismo a entrar a la oficina de su futuro esposo.

Vamos Zero, que tan difícil es tocar la puerta – se dijo, golpeo sutilmente la puerta y no obtuvo respuesta, volvió a tocar y un severo “pase” se escuchó.

Kaname estaba con trabajo al tope, en tres malditas horas se casaría con el amor de su vida y justamente tenía que llegar Takuma con documentos traspapelados y de carácter urgente que necesitaban de su atención, estaba tan absorto en su trabajo que no escucho el suave toque a su puerta pero cuando el golpe insistió lanzo un “pase” severo y cansino, cuando vio de quien se trataba, con una sonrisa en su rostro dejo la papelería de lado y se encamino hacia Zero, su futuro  esposo, el  castaño estaba preocupado desde hacía una semana el albino se comportaba extraño y eso le preocupaba, cuando intentó besarlo el menor aparto su rostro y lo separo levemente de él, para impedir el contacto físico , Kaname extrañado frunció el ceño, esa actitud no le agradaba.

Que pasa amor – pregunto el borgoña
Yo….no sé cómo decirlo, Kaname yo no… no estoy seguro de seguir con esto – dijo el peli plata desviando la mirada – Kaname sé que te amo, no lo dudo ni por un instante, no me siento capaz… - no pudo continuar hablando porque un duro beso le robo el aliento, Kaname ya sospechaba que su novio se sentía presionado, pero nunca imagino que dudara a solo tres horas para casarse.

Kaname maniobro con el cuerpo de Zero pegado a él por el beso y cerro con seguro la puerta, empotro al menor en esta y coloco sus esbeltas piernas alrededor de sus caderas e hizo fricción con sus miembros Zero suspiraba con aquel rudo y salvaje beso, con sus finas manos tomo los cabellos de Kaname y profundizo todavía más el beso, una guerra de lenguas dio inicio
Límpiame Kaname, borra el amargor de mi boca – dijo el oji lila, y Kaname no entendía a lo que se refería y detuvo el asunto
Por eso has estado raro toda la semana, que paso para que estés así – dijo el borgoña cuando sintió las lágrimas de Zero caer por sus mejillas
Yo no lo provoque Kaname, él me beso a la fuerza – dijo aferrándose al castaño – fue exactamente siete días atrás, cuando iba con Yuuki de compras al súper, Rido me beso y me sentí sucio y dijo cosas… cosas que no quiero creer sean verdad
Que cosas te dijo, donde más te toco, dímelo, te juro que lo voy a matar – exigió saber el mayor sujetando  los frágiles hombros de su pareja
Me lastimas Kaname, suéltame me estas lastimando – se quejó el albino tratando de zafarse
Cuando pensabas decírmelo, cuando no te presentaras a la boda, al dejarme plantado, escúchame bien Zero – dijo mientras tomaba su barbilla con fuerza – jamás vuelvas a ocultarme este tipo de cosas si el maldito de Rido vuelve a tocarte un solo pelo te juro que lo matare – amenazo el castaño mientras abrazaba de forma desmedida al albino, y volvió a besarlo de una forma más dulce y lenta – será mejor que te vayas, tengo trabajo que terminar y tú tienes que prepararte para NUESTRA boda – se encargó de dar peso a la palabra nuestra

Zero salió de ese edificio con fuerzas retomadas y tomando al toro por los cuernos se fue a preparar le quedaban dos horas para estar listo.
Para cuando llego a su departamento de soltero donde se iba a acicalar ya lo esperaban Ruka, María, Shiki y Hanabusa, ellos se encargarían de preparar a Zero para su gran día.
Zero cada minuto se ponía más y más nervioso, el tiempo se acortaba Ruka se había encargado de su pelo, lo peino todo hacia un lado dándole un estilo más fresco y juvenil, Ma – chan se encargó de tapar las ojeras y dar brillo a sus rosados labios, Shiki y Hana se propusieron a dar con el mejor sastre del país para darle a Zero un traje color hueso que acentúo su estética figura, cuando solo faltaba media hora para el gran momento todos se fueron a arreglarse para estar a tiempo en la iglesia, suerte para ellos habían llevado sus cosas para arreglarse mientras atendían a Zero; cuando el peli plata se supo solo se dejó caer en el sillón y soltó el aire contenido en sus pulmones, subió a su habitación y registro en su librero personal y sacó un álbum de fotos y empezó a hojearlo.
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LAS DOS LUNASWhere stories live. Discover now