La jirafa y el cisne

Había una vez una jirafa muy amigable, que siempre buscaba con quien charlar, pero nunca lo lograba, ya que la juzgaban por su apariencia."Cuello largo", "piernas de fideo" , "cola de ratón", eran palabras que escuchaba todos los días, pero no les daba importancia ya que las consideraba virtudes.

Luego se encontraba un hermoso cisne, la cual, todos lo acompañaban y lo adoraban, ya que su belleza era incomparable. Lo que si, nunca hacía las cosas por su cuenta: todo lo que deseaba se lo pedía a los patos, incluso para buscar alimento. También era muy egoísta.

Un día, estos dos animales se encontraron, la jirafa decidió hablar primero:

-¡Hola cisne!, he escuchado muchísimo de vos, y me gustaría que formemos una amistad, ¿querés ser mi amigo?

Dijo la jirafa con gran entusiasmo, aunque el cisne contestó con gran arrogancia:

-¿¡Quién sería su amigo!?, con esas manchas tan feas en tu pelaje...

-Estas manchas son únicas, la cual, estoy feliz por tenerlas.

-¿ Y ese cuello tan largo? ¡ no se te puede ni saludar!

-Me sirve para recolectar frutos de los árboles mas altos, lo que me me hace único.

-¿ Y esas piernas de fideo? ¡son muy delgadas y feas!

- ¡Otra virtud mas! -dijo la jirafa- con ellas alcanzo lugares que no cualquiera puede, lo que me hace único.

El cisne no supo que contestar, ya que la jirafa tenía razón. 

Así aprendió que las cualidades de cada uno nos hacen únicos, y hay que estar feliz por tenerlas. También a no juzgar por las apariencias, porque engañan. Además recordó que alguna vez fue feo...

-ElQuebuscaencuentraM