Au Revoir // Nathloe GB // One Shot

Ma petite pomme rouge // Único capítulo.

Hermosa portada hecha por mi amada @-JAZVAL- <3

Entre la timida y solitaria noche de las calles parisinas se podía divisar la elegante y desanimada figura de dos jovenes tan parecidos y distintos a la vez.

--Soy patético, ¿verdad?-- engullo con una amarga voz el azabache de orbes azuladas, en sus manos portaba una clara invitación de bodas, la pelirroja a su lado ladeo su cabeza ocultando sus ganas de llorar. --¿Ves esto?, Ella se casará con Leo Rossi en menos de una semana y... ¡aun así yo sigo amándola como hace 8 años!--

Gritó con un inmenso dolor y vacío en su pecho, cualquiera podía jurar que lo que sentía por aquella chica había pasado a ser una obsesión y eso hería a la joven Kurtzberg, había fallado en su cometido. --Nathalie, eres una gran amiga y habíamos acordado cenar esta noche pero... ¿me permitirías ir por ultima vez a contemplarla? Quiero llegar a su ventana y decirle adiós a este estúpido sentir--

Nathalie se dio la vuelta indiferente, tal vez también era hora de que ella le dijera adiós a sus sentimientos por el Dupain.

--Haz lo que quieras-- y sin más que decir ingresó al hotel en el que se hospedaba.

La chica de rojiza cabellera caminaba por los pasillos del elegante hotel decepcionada, la rabia la había invadido por completo tanto que los trabajadores del hotel preferían hacerse a un lado, bien sabían que una mujer enojada era peor que el mismo infierno.

Pero es que Nathalie no podía entender al pecoso panadero, ¿Cómo era posible dejar a la pequeña artista plantada por una simple niña rica?.

Estúpida Adrianne Agreste siempre interponiendose entre su amado y ella, lo peor era el que la rubia ya tenía prometido y estaba próxima a casarse ¿Por qué el afán de seguir engatuzando al Dupain?.

Azotó la puerta de su suite y se lanzó a su cama, sin ánimos aparentes, solo recordando la cara del joven pelinegro quien indefenso veía la invitación de bodas de Adrianne.

Intento cerrar sus delicados ojos pero las lagrimas acumuladas en estos no se lo permitían, odiaba el sentirse mal, una Kurtzberg a sus preciosos 20 años no podría mostrarse tan débil y menos por un chico, se dio la vuelta al escuchar el timbre de su celular, no quería nada en ese momento pero la insistencia por parte del aparato la desespero.

--¿Quién eres y qué quieres?-- Contestó fastidiada sin saber quien era la persona al otro lado de la linea ya que no se había dado el lujo de revisar el número.

--Parece que la manzana esta de mal humor, veamos, ¿el panadero pobreton tiene que ver en esto?-- Vacilo la voz al otro lado de la linea a lo que Nathalie se relajó, se sentó en la orilla de su cama y secó sus lagrimas.

--Chleo, Marion no tiene nada que ver en est...--

--Vamos Nathy, a mi no me puedes mentir-- el rubio hizo una pausa. --Acabo de verte caminar furiosa por los pasillos, algo muuuy raro en ti, y cuando entre a mi habitación mientras veía por la ventana noté a "Tontion" alejarse en su traje de mariquita-- Nathalie cubrió su rostro rojo como su cabello de la vergüenza, se le había olvidado el pequeño detalle de que su mejor amigo, Chleo, era el dueño del hotel en el que le dejo hospedarse en lo que encontraba un departamento. --Así que el idiota te dejo plantada--

--No, no me dejó, yo fui quien le pidió que se fuera, me dí cuenta que el no me merecía-- El de iris azules lanzó una sonora carcajada que solo la fastidio mas.

--Sube al techo, mejorare tu noche-- colgó la llamada dejando confundida a la chica, Nathalie se miro al espejo, ¡Era un desastre! aunque realmente no le preocupaba del todo su apariencia, ese chico la había visto en peores condiciones, pero la hora no era la adecuada.