CAPÍTULO 13 "Una despedida para Castiel"

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Esa mañana los Winchester se encontraban más serios de lo normal. Adam miró a sus hermanos esperando que le comentara la razón, pero estos sin embargo seguían en ese estado, con solamente el ruido de los cubiertos chocar contra el plato del desayuno.

—Chicos.— los llamó el menor ya cansado— sé que están nerviosos por lo que pueda pasar con ese juicio, pero estoy seguro...— el rubio miró al abogado— que podrás solucionarlo, eres el mejor hermano.

Dean, que ni se había dado cuenta apartó sus pensamientos un momento para mirar a Sam. Quien le sonreía al menor de los Winchester.

—El enano tiene razón Samanta.— el castaño miró molesto a su hermano mayor— lo lograrás.

El abogado asintió. Debía ser fuerte, ya que en esos momentos Gabriel lo necesitaba. De los dos, seguro el hermano de Castiel estaba más nervioso que él.

Por su parte, Dean siguió comiendo en silencio, pensando en el sueño que había tenido esa mañana. Su madre había aparecido en ellos cantándole esa canción que tanto le gustaba, arrullándolo para que se durmiera, pero él no quería dormir, no aún ya que quería pasar tiempo un poco más en los brazos de la mujer rubia.

—Dean ¿hoy me llevas al colegio?— le preguntó el menor atrayendo de nuevo su atención.

—Sí, yo te llevo y a Alfie también.— contestó, mientras se levantaba de la silla llevando su plato a lavar.

Sus hermanos le siguieron y dejando todo extrañamente ordenado, se fueron rumbo a la casa de los Shurley.

Apenas el Impala llegó a la imponente mansión, ya Samadriel los esperaba en el marco de la puerta de la entrada. Con una triste sonrisa el ojiazul se acercó hasta el auto clásico para entrar y sentarse al lado de su nuevo amigo, mientras Sam después de un "hola" se bajaba del auto para ir a ver a su cliente.

El viaje a la preparatoria fue silencioso y veloz de no ser por la música de Dean. El par de rubios se bajaron no sin antes despedirse del mayor que asintió con una sonrisa.

Ya solo Dean se permitió recordar a su madre, algo que no había podido hacer en toda la mañana.

Había pasado más de quince años desde que murió Mary, aquello fue un golpe para todos los Winchester. Pero lo que más afectó a Dean fue la traición de su padre con su madre, de ello salió su pequeño hermano Adam, quien no tenía la culpa de lo que John había hecho.

Otra vez el viaje de regreso se volvió muy rápido, pues ya había llegado a la mansión. Con un suspiro apagó el motor del su baby.

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—¿Te molesta si canto algo diferente?—preguntó Dean a Castiel, pelinegro negó. No le haría nada mal cambiar un poco, tal vez eso le ayude aún más a concentrarse.

El rubio asintió y se dispuso a tocar las primeras notas con la guitarra clásica.

—Esta canción me la cantaba mi madre cuando era niño, antes de morir.— le dijo mientras pensaba en ella. Esa mañana se había despertado pensando en Mary, en que hubiese pasado si su madre estuviera a su lado, por ello con un poco de nostalgia empezó a cantar Hey Jude.

Castiel al principio empezó a pintar el blanco lienzo, pero a medida que la canción avanzaba sus manos se detuvieron y ahora solo miraba a Dean esperando a que terminara la canción que cantaba con tanto sentimiento. Un recuerdo lo a bordo de sobre manera haciendo que contuviera el aire.

La canción terminó y el ojiverde dirigió su vista a él pelinegro que lo miraba sin expresión Lentamente Castiel se acercó a su nuevo amigo hasta sentarse a su lado en el sofá.

Your song for me - Destiel #SA2018Where stories live. Discover now