Alex y los Chicos (EPN#2) | ✓

Capítulo 6.

Capítulo 6 — "Cuéntame un cuento."

Colin POV

Acaricié la parte superior de su mano y apoyé la cabeza en la cama del hospital. Sólo había conseguido dormir un par de hora, pero esas horas se sentían como años... aquí sentado, esperando a que esos bonitos ojos marrones se abrieran. Levanté las mantas que la cubrían con cuidado y me acosté a su lado. Alex dejó escapar un pequeño suspiro mientras me movía en la cama.

Sus padres debían de estar aquí en una hora y media...cogí su mano por debajo de la manta, su muñeca estaba fracturada, también tenía una costilla rota y algunos arañazos por el estómago y piernas. Apreté su mano, tomando una respiración profunda y cerrando los ojos.

¿Por qué no podía haber estado allí antes?

No quería que pensara que esto había sido una experiencia dolorosa, pero, si hubiera estado allí nada había pasado.

Y no podía hacer nada al respecto.

* * *

Cuando me desperté, los ojos marrones de Alex me estaban mirando. ¿Lo peor? Que ella todavía parecía asustada.

— Alex... — Ella me interrumpió, tomando mis manos recién vendadas y colocándolas en su mejilla.

Cerró los ojos, con la frente arrugada y con sus pálidos labios juntos en una fina línea.

— Gracias. — Susurró, apenas audible.

Enredé los dedos en su pelo, acercando su cara a la mía.

— ¿Te llegó a hacer algo? — Pregunté en voz baja, arrastrando el pulgar por los moretones en su cuello.

Ella se estremeció. — No. Estoy bien. — Susurró, cerrando los ojos.

— Por favor... no me mientas. — Negué con la cabeza. — No tienes que hacer esto frente a mí. — Insté.

¿Acaso ella no se sentía cómoda conmigo mientras que yo sí?

Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas, y agarró mi camisa apoyando su cabeza en mi pecho.

— No podía escapar...

— Lo sé. — Murmuré en su pelo.

Las lágrimas mojaban mi camisa, odiaba verla así.

— ¿Quieres que te cuente un cuento? — Me aparté con una leve sonrisa.

Ella asintió con la cabeza, alejándose para mirarme a los ojos.

— Siempre he estado indeciso sobre esto, pero... creo que es hora de que hable contigo acerca de mi madre. — Dije descaradamente, jugando con un mechón de su pelo.

Alex se hundió en las mantas, acurrucándose junto a mí; mirándome con esos ojos inocentes, esperando como una niña pequeña a su cuento de hadas.

— Es algo tonto, contarte esto es como si fuera a desnudarme para ti... — Reí, negando con la cabeza.

— Nada es tonto. — Dijo seria.

Sonreí y la miré, agachándome un poco para besarle la punta de la nariz.

— Cuando yo tenía ocho años... — Alex me lanzó una mirada de desilusión.

Suspiré. — Érase una vez... — Empecé, ahora sí, con la historia verdadera.

Me detuve para ver su expresión.

Ella me hizo un gesto para que continuara.

— Un niño de 13 años, llamado Colin, una semana antes de su cumpleaños... estaba molesto con su madre. Él quería la guitarra roja para cumpleaños no la azul que le habían enviado recientemente, naturalmente, él le devolvió el regalo antes de que ella se fuera de viaje. No obstante, la madre todavía quería darle un abrazo a Colin antes de irse, pero él se encerró en su habitación. Colin no respondía a los correos electrónicos que su madre le enviaba diariamente, ni a sus llamadas telefónicas, ni a sus mensajes de texto. El mismo día de su cumpleaños, el cartero llegó... con un regalo de su madre.