Dulce canción.

Capítulo. 2. Esposos.

Durante la ceremonia mis ánimos han bajado y a quien no. Se supone que mi esposo sería un chico alto y muy musculoso, pero no es más bajo que yo sin mencionar su apariencia aniñada. Mis ojos lo estudian sin descaro. Sus ojos, su nariz hasta sus labios son tan pequeños y delicados.

__ Ya veo que te gustó mucho –dice mi padre tocando mi hombro –en verdad es un buen partido.

Sin demora le dedico una mirada de rabia ¿Gustarme? Lo dudo. Es todo lo opuesto de lo que creí. Una decepción tremenda.

__ Tú sabias la verdad –él me sonríe

__ Es lo mejor que pude conseguir para mi hija, además él es muy famoso.

__ En combate me imagino que no.

El padre de ese mocoso se acerca.

__ Estoy muy feliz con esta unión.

Él chico voltea los ojos y suelta una queja. Al parecer tampoco está de acuerdo con esto del matrimonio.

__ ¿Qué crees Drac?

Él chico me mira con molestia dejando ver una sonrisa burlona. Ya en verdad lo estoy odiando.

__ No tengo nada que decir. Sólo una curiosidad ¿De dónde la sacaste?

¡Ya basta! Me levanto enojada, pero mi padre me obliga a tomar asiento. Su padre baja la mirada dejando salir un suspiro.

__ Y eso mismo pensé ¿Será casualidad? –Muestro una sonrisa parecida a la de él –nunca pensé terminar casada con un enano enclenque.

__ ¡Hija! –Dice mi padre –disculpa a mi hija ella es un poco impulsiva.

__ ¡No, no! Disculpa a mi hijo él inicio todo.

De repente aparece una mujer muy parecida al chico, me atrevería a decir que es su madre.

__ Disculpen las molestias, pero es la hora del baile de los novios.

Ambos nos miramos a los ojos, ¿En serio? ¡Bailar con ese enano! Dejo salir un leve suspiro. Los dos fingimos estar de acuerdo y sin poder evitarlo debíamos hacerlo ya que es nuestra boda.

¡Quiero morir! Bailar con ese mocoso me es imposible, yo soy más alta que él. Con todo el valor de mi ser salimos a la pista. Una tonada ridículamente romántica suena.

__ Esto es ridículo –digo mirando a un lado –no eras lo que creí.

Él deja salir un gruñido, puedo notar que su cuerpo se tensa. Sé qué no le gusto para nada.

__ Ya somos dos –dice en tono de burla –pensé que eras una dama.

Me alejo un poco de él. Mis ojos buscan su mirada.

__ ¿Qué quieres decir con eso?

Él dibuja una media sonrisa, mirándome de arriba abajo.

__ Ya me informe de lo que te gusta hacer ¿Guerrera? ¿En serio? –deja salir una risilla.

Siento mi cara arder de la rabia. ¿Cómo se atreve?

__ ¡Sí! Y se supone que tú debías ser el guerrero y ¿Qué mierda eres tú? –él arruga la nariz – ¿Qué, no te gusta mi vocabulario?

Drac se acerca y susurra muy cerca de mí.

__ Soy un cantante muy famoso –dejo salir una risa.

__ Esas cosas son de humanos –susurro incrédula –eres un hombre lobo, al menos honra a tu clan. Yo defiendo a los míos de los otros clanes que desean ver al nuestro por debajo.