Soy Adult@... ¿Ahora qué?

Capítulo 1- HANNAH: Welcome To The Jungle

Me quito mis audífonos mientras termina de sonar el anuncio que me indica los beneficios de tener una cuenta Premium sin anuncios, al parecer el joven entusiasta del comercial no entiende que prefiero no pagarla pues no cabe en mi presupuesto a partir de ahora, ¡odio esa voz! 

El taxi se detiene frente a un edificio de tamaño mediano, con una fachada que deja ver una arquitectura moderna estándar, nada extraordinario, pero lo bastante decente considerando que el alquiler de los departamentos es lo suficientemente bajo para poder pagarlo con mi salario de pasante. Tomo un respiro y regreso mi mirada al taxista que esperaba su paga sin mostrarse muy paciente, ya que en mi torpeza al subirme a su taxi le dije que el chofer de Uber me canceló; por lo que no lo culpo por no mostrarse simpático conmigo durante nuestro viaje desde el aeropuerto.

Por lo general, trato de reivindicarme cuando cometo ese tipo de torpezas, pues suceden con más frecuencia de la que me gusta admitir; pero en esta ocasión mi mente no logra centrarse en un solo pensamiento, así que solo le doy su dinero, bajo mi equipaje y me dirijo a la entrada del edificio.

Busco entre las conversaciones de mi teléfono hasta dar con la que contiene el número de Marionne, una de mis nuevas compañeras de piso. En tanto Marionne me contesta, no puedo evitar volver a mirar a mi alrededor tratando de asimilar lo que ahora es mi nuevo hogar, sigo sin poder quitar esa sensación de vacío en mi estómago mientras espero en plena acera a que mi "nueva amiga" me atienda.

Todo se ve irreal, trato de encontrar algo a mí alrededor que me haga sentir la tranquilidad de mi hogar, pero mi cabeza solamente logra hilar pensamientos que reflejan mi miedo y mi deseo de volver a donde estaba. Me regaño a mí misma, pues sé que esa no es una opción en estos momentos. Muchas cosas han cambiado en mi vida y aunque volviera sé que no voy a encontrar esa tranquilidad nuevamente.

Una sonriente y bajita Marionne me recibe al entrar al edificio. Trato de realizar mi mejor intento de un saludo decente, sin embargo, no me esperaba que su saludo sea de beso en la mejilla, por lo que termino con mi mano atrapada en medio de ambas, otro saludo incómodo para mi larga lista. 

Al separarnos rápidamente mi atención recae directamente a su camiseta rosa, la cual tiene estampado un tiburón comiendo una dona; una suerte para mí, ya que todos mis pensamientos acerca de mi nueva etapa en este lugar se cambian por esa simple imagen. Ahora mientras subimos en el ascensor al quinto piso, solo pienso en lo genial de la camiseta y por supuesto mi mente se apresura a inventarle un nombre al tiburón: Ramiro.

Marionne, está hablando desde que me abrió la puerta del edificio así que trato de empujar a un rincón de mi mente mis pensamientos sobre el tiburón Ramiro y me enfoco en prestarle atención a lo que sea que esté contando.

ꟷ Y así fue como Abigail y yo nos hicimos roomates. ꟷ Termina diciendo.

ꟷOh cool. ꟷTrato de responder algo genérico, pues solo tengo una vaga idea de lo que viene diciendo ꟷY... ¿desde hace cuánto viven juntas? ꟷ continúo la conversación, esperando que haya mencionado eso ya. 

ꟷHumm, creo que seis meses ꟷhace una mueca extraña mientras parece sacar las cuentas ꟷSí, seis meses. ꟷsonríe.

Recorremos el pasillo del quinto piso hasta llegar al departamento, Marionne abre la puerta del departamento permitiéndome entrar. Puedo observar que es un lindo lugar, con algunos muebles interesantes y otros lo bastante comunes, pero adecuados para llenar el espacio de la sala de estar. Aunque, en el anuncio de Internet el lugar se veía mucho más amplio, no me puedo quejar, ya que parece encajar bien con el precio de la renta.

ꟷAby, está en la ducha. Si no sabes cocinar no te preocupes, ella no tiene problema en cocinar para todas, no es una cocinera perfecta, pero no morirás de hambre. Siempre y cuando tomes alguna otra tarea como barrer o lavar los platos, nos gusta que sea equitativo. ꟷme indica con entusiasmo.