En Manos Desconocidas (Libro En Físico)

Parte 6

-¿Que haces tu aqui? -le suelto, y al ver que su rostro que al principio tenia una sonrisa ahora se descompone a una frialdad y seriedad que solo he visto en ocasiones especiales en los cuales yo soy la victima, me he dado cuenta que no he medido mis palabras con cuidado.

-Vine a visitar a mi hija -¡maldito hipócrita¡ ¿Como se atreve a decir que soy su hija? ¡Esta enfermo ese hombre!

-Crei que no se permitian visitas familiares a menos que sean llamados por alguna emergencia -me dirijo al Director Jhon.

-Tu padre dijo que debia hablar contigo sobre un asunto de suma importancia -excusa el Director sentado desde su silla giratoria detras del escritorio.

-Es un asunto privado familiar, asi que si me permite -le dice mi padre- Le agradezco su atención.

-Igualmente. Su hija es una excelente alumna -dice sonriente mientras se sacuden las manos.
Pero yo ajena a todo aquello que sucede y que hablan, solo puedo pensar en que mi padre esta aqui y no se que querrá conmigo. Mi cabeza no ha dejado de palpitar en lo que cabe del dia y ahora mis nervios se han incrementado.

Sin darme cuenta siento una mano sobre mi brazo que me esta transportando fuera de la oficina del Director Jhon dirigiéndose directamente a las puertas de la preparatoria, donde nadie se encuentra ya que es horario de clase. Mis ojos se comienzan a llenar de lagrimas al darme cuenta del hecho de que estoy sola de nuevo con el. Al estar afuera me empuja empotrandome contra la pared haciendo que mi cabeza rebote contra esta.

-¿No estas feliz por mi pequeña visita de parte de tu papi? -suelta sarcastico.

-¿Qué quieres? -pregunto apretando los dientes. Pongo todo de mi en no agachar la cabeza y mostrar que soy débil, me esfuerzo en no derramar ninguna lágrima en su presencia y él lo nota ya que sonríe sabiendo el temor que produce en mi.

-Esta noche tendremos visita -me suelta provocando que mi estomago comience a revolverse.

-No estare -digo rapidamente pensando en una excusa.

-Claro que estaras, tú serás el entretenimiento -dice acercando su mano para acariciar mi mejilla.

-Yo no entretendre a nadie -alejo mi rostro de el. De pronto sus ojos se cierran en rendijas y su mandibula se tensa, señal de que he provocado su enojo.

-Tu me perteneces, ¿has oído? -dice tomando mi mandíbula con fuerza con su rostro cerca del mio- Y estaras hoy a las 8 pm. en casa puntual, ¿entendido?

-¿Y si me niego? -susurro.

-Ambos sabemos que no te convendria negarte si quieres que las personas que amas sigan viviendo y llevando una vida normal. Esa chica Mariel es muy hermosa... -lame sus labios con lujuria en sus ojos.

-Alejate de ella -digo con ira.

-Eso creí -me suelta alejandose unos pasos- Sé puntual.

Y se aleja. Al estar fuera de mi vista lo unico que puedo hacer es llorar tomando con fuerza mi cabello con ambas manos sin importarme el dolor que me inflinja, pensando en la pesadilla que tendre que vivir esta noche y sabiendo que ni yo ni nadie podra hacer nada al respecto. Nunca creí que mi vida seria de esta manera.

Respirando hondo y limpiando con mis pulgares mis lágrimas me pongo de pie, y arreglando mi ropa me dispongo a volver adentro pero algo me detiene... o mejor dicho alguien.
Una persona que nunca creí que presenciaria lo sucedido y que es probable que haya escuchado y visto todo lo que pasó.

Shane.