Eres mi cielito

Capitulo 29. Y ahora... ¿que hacemos?

Lucas apartó cuidadosamente a barbara para mirarla a los ojos, no podía creer lo que estuviera diciéndole

Lucas: ¿ah? ¿Pero como? -preguntó, aquella petición lo había descolocado un poco-

Barbara: solo será dormir

Lucas: si, pero, no podemos, no está bien que tú no llegues a tu casa o que tus padres me vean saliendo de tu cuarto en la mañana

Barbara: ?y si te vas temprano, antes de que ellos despierten? los sábados se despiertan muy tarde, anda, vamos, solo dormiremos, me agrada esa sensación de tenerte tan cerca, de sentir tus brazos rodeando mi cuerpo

Lucas: está bien, pero de verdad no quiero causarte problemas

Barbara: si pasa te aseguro que valdrá completamente la pena ¿vamos?

Lucas: vamos - levantó y la tomo de la mano-

Durante todo el camino Lucas se mantuvo pensativo, los pros y los contra de dormir con ella se internaron en su cabeza haciéndolo entrar el nerviosismo, por un lado, sería increíble dormir con ella, ser lo primero que vea al despertarse, sentir su cuerpo juntito al suyo, pero por el otro, no dejaba de pensar en que sus padres o hermano podrían describirlo en la vergüenza que le harían pasar aunque luego de pensarlo un poco, no sería tan grande, solo serían unos cuantos golpes por parte de su padre, pero y si

¿Que haré con una ereccion mañanera involuntaria? -se preguntó acalorado-

¿Y si lo nota? -se preguntó ahora abriendo los ojos como plato entrando casi en pánico-

Solo imaginarse a barbara descubriendo las tiendas de campaña que descubría entre las sabanas casi todas las mañanas producto de excitaciones involuntaria, lo hizo acalorarse de inmediato, eran un hombre y una mujer, pero no se imaginaba la cara de barbara si descubrirá eso

Barbara: ¿pasa algo Lucas? -preguntó al ver como este apretaba el volante-

Lucas: nada bar, todo está bien, ¿estas segura de que quieres esto?

Barbara: ya te dije que solo será dormir, ¿a que le temes? o es acaso que no quieres...

Lucas: no digas eso, claro que sí quiero, es solo que me aterra que tus padres nos descubran

Barbara: te apuesto todo mi dinero a que mis padres ya se encuentran encerrados en su cuarto haciendo cosas raras

Lucas: está bien, si tú lo dices, pero ¿y tus hermanos?

Barbara: esos no salen de su cuarto de juego, parecen temerle al sol, a todo contacto con la sociedad, nadie te verá entrar, en caso de que nos descubran, luego veo como los amenazo para que no digan nada

Lucas: está bien, confiaré en ti -dijo más seguro-

Barbara colocó una mano en su pierna para tranquilizarlo, sin embargo solo logró que inhalara todo el aire posible para luego dejarlo salir, su tacto se estaba tornando peligroso para el

Al llegar, la casa estaba en penumbra, no se escuchaba ningún ruido, barbara abrió con sus llaves y caminaron a oscura por la sala hasta llegar a las escaleras y empezar a subir despacio, solo con la poca luz de la luna que se colaba por los grandes ventanales.

Llegaron a la parte de arriba donde era aún más importante no hacer ningún ruido sospechoso, la habitación de barbara se encontraba al final del pasillo, debían pasar por la de sus padres primero, al hacerlo, vieron como una luz se colaba por debajo de la puerta y dentro a escucharon unas risas acompañadas de otras clases de sonidos raros