»K.Haneul«
—¿Nos iremos más tarde?
—Si Ángel —unió sus manos sobre mi abdomen y posó su mentón en mi hombro— Nos ducharemos, cenaremos y...
—Detente ahí —me giré hacia él— ¿Nos?
—Mhm —besó mi mejilla— Amor, no tiene nada de malo
Nosotros habíamos tenido nuestra primera vez la misma noche que nos confesamos, pero ducharnos juntos es otra cosa y me da pena hacerlo.
—No lo se.
—Solo ducharnos Ángel, lo prometo —suspiré.
—Está bien
—Entonces vamos ya —sonrió pícaro.
—Tonto —reí levemente.
🍵
El lugar era bastante tranquilo, solo se podía oír el sonido de las aves y el ruido que provocaban las hojas de los árboles al ser golpeadas por el viento.
—¿Te gusta? —preguntó Jungkook rodeando el coche para venir junto a mi.
—Me encanta —lo miré— ¿Como sabias de este lugar?
—Consulté a Jin.
—Entiendo —sonreí— Es hermoso.
—No más que tu Ángel —rodeó mi cintura con su brazo— Te amo —susurró a centímetros de mis labios.
—Y yo a ti —sonreí y acabé con la distancia entre nosotros.
—Deberíamos detenernos... —habló en medio del beso.
—Si
—Pero no quiero hacerlo —murmuró mientras bajaba sus besos a mi cuello.
—Hay que hacerlo antes de que llegue la noche.
—Tienes razón —nos apartamos.
—¿Comenzamos?
—Por supuesto —sonrió.
Comenzamos armando la tienda, seguido yo acomodé las mantas y las almohadas, mientras que Jungkook fue por madera para encender una fogata.
—¿Tienes frío? —preguntó llegando frente a mi.
—No aún —sonreí.
—Encenderé la fogata y luego ya veremos que hacer.
—Está bien
Saqué mi teléfono para tomar un par de fotografías y luego solo me dediqué a observar.
—Supongo que está bien así ¿no?
—Es perfecta —me acerqué a él— Gracias —alcé mis brazos sobre sus hombros.
—¿Tienes hambre? —preguntó rodeando mi cintura con sus brazos.
—No —sonreí.
Ya todo estaba obscuro, lo único que nos alumbraba en estos momentos era la fogata. Decidimos acomodarnos frente a esta y dejamos que el silencio reinara el lugar.
»j.jungkook«
Todo estaba siendo bastante agradable para mi. El estar así con ella me tranquilizaba y me hacía sentir cómodo.
—Supongo que trajiste traje de baño ¿no? —pregunté pasando mi brazo sobre sus hombros.
—Mhm... ya dijiste que el lugar tendría un lago.
—Exacto, solo esta un poco más al frente.
—Logro verlo desde aquí, entre los árboles —levantó su vista hacia mi— ¿Crees que sea apto para bañarse?
—Jin dijo que si —besé velozmente sus labios.
—Bien —bostezó.
—¿Quieres dormir?
—Si, estoy cansada.
—Entremos a la tienda entonces
Nos pusimos de pie, Haneul fue a la tienda y yo al coche por algunas cosas.
—¿Estas bien así? —pregunté al estar ya junto a ella.
—Si ¿Tu estas cómodo?
—Estas tú, claro que estoy cómodo.
—Ya idiota, descansa —sin más se giró dándome la espalda.
—¿Y mi beso de buenas noches?
-Estúpido —se giró hacia mi nuevamente y presionó sus labios sobre mi mejilla— Buenas noches bebé —volvió su posición anterior acomodándose para dormir.
Sonreí embobado y también decidí acomodarme para dormir.
🍵
Tallé mis ojos un poco más para finalmente abrirlos por completo.
A mi lado ya no se encontraba Haneul, cosa que al principio me asustó. Sino hubiese sido por el pequeño ruido fuera de la tienda, ahora seguiría asustado.
Lo se, exagero mucho ¿no?.
—Buenos días —hablé saliendo de la tienda.
—¿Dormiste bien?
—Excelente —formé un abrazo desde atrás— ¿Tu?
—También —se giró hacia mi y unió nuestros labios.
—Ahora estoy mucho mejor de lo que estaba —hablé al separarnos.
—¿Quieres el desayuno?
—Si —deposité un pequeño y tierno beso sobre sus labios— ¿Necesitas ayuda en algo?
—No, ya todo está listo
Nos sentamos a tomar el desayuno en una especie de mesa que había ahí.
—¿Que has traído para el agua?
—¿Porque quieres saber?
—Solo curiosidad
—Ya veo
—¿No me dirás?
—¿Para que decirte si igualmente lo verás?
—Bien, has ganado.
Luego de acabar con el desayuno, Haneul, entró a vestirse a la tienda, y yo solo lo hice ahí mismo, de todas maneras solo debía quitarme la camiseta y ponerme el short.
—¿Estas lista preciosa? -pregunté en voz alta.
—Salgo en un momento.
—Está bien.
Esperé solo un par de segundos y Hani ya estaba frente a mi.
—Cierra la boca o te entrarán mosquitos.
—¿Decías?
—Ya idiota, vamos al agua —sin más comenzó a caminar.
Ese bikini le quedaba a la perfección, iba muy bien con el color de su piel y... No lo se, simplemente se veía hermosa.
