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Seongwoo tenía frío, pero el dolor de sus heridas no lo dejaban moverse. Además, Minho como siempre había tenido el mismo salvajismo de siempre cuando lo violaba, sin compasión y la ira que lo caracteriza de su padre. Había encontrado aquella cajas con las cuales ocultarse de la llovía implacable de Busan, a dos calles de una iglesia. Pronto sería encontrado por un cura que lo ahogaria en agua bendita después de cortar sus pequeños cuernos en un símbolo de captura de un demonio, no lo hundirian rápido, no eran compasivos como su Dios.

Se preparaba mentalmente para morir, era imposible encontrar a un humano de buen camino. Su padre era demasiado flojo para hacer algo por él y su madre estaba tan ocupada teniendo sexo o contando a sus hijos que seguro ya se había olvidado de él.

Miro al cielo y sintió el agua sucia que corría a buscar la alcantarilla más cercana. Lloró, junto sus manos como pudo imitando a los humanos, no le importó el dolor de cabeza que le dio su intento de oración, solo suplico a Dios una muerte rápida cuando escucho aquellos pasos después de días en aquel solo callejón y sus fuerzas fallaron, estaba utilizando todas sus energías en sanar sus heridas. No lo aguanto y quedó inconsciente pero sus manos hicieron un sonido al caer al piso cuando se desmayó.

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Pasó sus manos por su cuerpo, tenía vendas en su heridas y ropa. Su cuerpo acto mecánicamente para agradecer al humano como se supone que debía ser la única para salvar al un demonio moribundo de un callejón y llevarlo a su casa.

Se sorprendió, Daniel era un creyente, un creyente con cuerpo de stripper. Debió darse cuenta por la imagen de Jesús en la mesa de noche y el suerte con el versículo en su pecho. Le costó poco unir los cabos, tal vez era una señal divina o algo para salvar su vida. Sólo tendría que hacerlo pecar y listo.

— ¿Por qué me recogiste? — quería asegurarse que no era un creyente falso. — No soy una creatura de tu señor.

— Cierto no lo eres, pero también eres una creatura en problemas — señaló la herida de su brazo y se sintió bien que sus otras heridas que Minho le había hecho sanarán antes que lo viera — además, todavía hay camino para ti. Las puertas de Dios están abiertos para todos.

— ¿Y si yo no quiero ir por ese camino? — lo abrazó y susurró contra sus labios, estaba dispuesto a seducirlo.

— Acepta el castigo divino — pegó un rosario contra su piel.

Aquel humano era totalmente sádico detrás de esa sonrisa, tan lleno de moral como sexy y Seongwoo no se rendiría

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Mostrár partes de que quería escribir de esta historia, Daniel tiene una razón para ser así y Seongwoo también, no quería que quedara en el aire

Super Hot»»»»» OngNiel (Wanna one) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora