Pesadilla

PESADILLA

El mundo de los sueños es lindo y complejo. Anoche tuve uno muy especial. Fue una pesadilla. Yo forcejeaba con los demonios. Nos disputábamos las cobijas que habían caído al suelo. Hacía esfuerzos por recuperarlas y ellos se oponían con denuedo. La lucha era muy pareja y no parecía definirse a favor de ninguno de los dos bandos.

Es curioso. Como si las cobijas simbolizaran los dos puntos de vista opuestos que por estos días mi mente gestiona.

Por un lado, me siento rodeado de evangélicos. El más reciente y cercano es José, un pastor evangélico que desde el 1 de abril vendrá a vivir a la casa desde donde ahora garrapateo estas líneas.

Por otro lado está la fe de mis mayores, el catolicismo. Aunque he sido muy distante de este credo, aprecio algunos de sus aspectos. Como su teatralidad y su arte.

Bueno un forcejeo para decidir quién prevalece si los Católicos o los Evangélicos. Mientras cada bando tiraba del extremo que tenía agarrado, yo sentía que el miedo se apoderaba de mi mente.

La única manera de resistir al miedo fue la oración.

Empecé a rezar el Padrenuestro. Pronunciaba cada palabra de manera lenta y con mucho énfasis, mientras jalaba la cobija con fuerza. Eran momentos de sufrimiento. En esas me desperté.

Si ya lo sé. Terminas la escritura de tu sueño con eso de "me desperté". De inmediato das marcha atrás y empiezas a leer lo escrito, dizque para generar aprendizajes de edición como una continuación de la escritura. Aunque también tiene mucho de narcisismo. Es como mirarse al espejo.

Cuando lees tu propia prosa es como si te miraras al espejo.

nw