Me Perteneces

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Hoy prometía ser un buen día, desperté, tome un baño con espuma y fragancia a lirios, busque un lindo vestido verde que combine con unos tacones negros, me peine, y me maquille de manera sencilla. Tome mi bolso y salí de la Mansión antes de que mis padres despertaran.

Tenía tantas ganas de ver a Francisco que no pude dormir en toda la noche. Y no era para menos, nos veíamos muy pocas veces para que nadie sospechara de nuestro amorío. Aunque lo que más queríamos era gritarlo a los cuatro vientos.

Estacione el auto a unas cuadras del edificio donde se encontraba el apartamento que ambos habíamos rentado y camine hasta él.

El portero me saludo como de costumbre cuando entre al edificio, y me subí al ascensor. Francisco aún no había llegado pero no tenía prisas, sabía que anoche se había quedado en la oficina para terminar el caso que llevaba, así que lo más probable era que se haya quedado dormido.

Prepare el desayuno para ambos mientras esperaba, y acomode la mesa para que luciera bien. Según lo que me dijo Fran anoche mientras hablábamos, hoy me daría una noticia maravillosa y por mucho que no quería hacerme ilusiones... realmente esperaba que cumpliéramos el sueño de escaparnos juntos. Para ya no tener que escondernos de mis padres.

Me recosté en el sofá cuando termine y encendí el televisor para distraerme. Solo que el teléfono del apartamento sonó antes de que pudiera decidir que ver. Y solo dos personas tenían el número, tres si me contaba.

-¿Vienes en camino?- pregunte al contestar.

-April, soy yo.- dijo Emma del otro lado del teléfono.

-¿Ocurrió algo?- pregunte extrañada.

-¿No has visto las noticias?- pregunto en un tono bajo.

-Apenas me acabo de encender la televisión pero estoy viendo Fox.- respondí mientras intentaba cambiar de canal -. Pero bueno, dime que paso.- repuse ya nerviosa.

-Hubo un atentado esta mañana en el bufete donde trabaja Francisco.- me conto.

El corazón se me detuvo al oírla.

-Por lo que oí Francisco iba saliendo con un compañero y alguien intento robarlos en el estacionamiento, pero algo salió mal y Francisco termino herido.

-¿Dónde está?- fue lo único que pude preguntar mientras las lágrimas se me acumulaban en los ojos.

-April, si quieres te paso buscando y...

-¡Donde esta Emma! - la interrumpí -. Solo respóndeme eso, ¿Dónde está?

-Te voy a enviar la dirección a tu teléfono.- dijo antes de que yo colgara.

Salí del apartamento sin pensármelo dos veces y pare un taxi apenas llegue a la calle. No me sentía en capacidad de manejar, estaba demasiado nerviosa y si tomaba el volante iba acelerar sin importarme nada.

Cuando llegue al Royal pregunte en recepción sobre el estado de Francisco y me informaron que estaba en cirugía porque había llegado con una gran hemorragia. Si algo le pasaba... es que ni siquiera podía llegar a imaginármelo.

Me senté en el área de espera y encendí el teléfono para comunicarme con Emma. Tenía varias llamadas perdidas de mis padres, Emma y varios números desconocido, pero no tenía ganas de hablar con nadie. Así que solo le envíe un mensaje a Emma.

EMMA

«Está en cirugía ¿puedes venir?»