Viajaba por Nueva Zelanda cuando me fracturé por primera vez. Unas malditas cabras pueden hacer que el karma sea tan real como el dolor en tus piernas. El día anterior había terminado con mi novio por mensaje y al siguiente estaba en el hospital con mis dos piernas rotas debido a una súbita avalancha de cabras.
Tenía 17 años cuando mi vida cambió.
Cuando me recuperé (casi quedo paralítica) decidí que iba a dejar de ser la chica inculta y maldita que era para ser una mejor persona. Me recibí de Licenciada en Estadística y después de Analista en Big Data. Conseguí un buen puesto en una empresa de mi padre pero después por unos problemas internos ("La nenita de papá") me trasladé a Motors and Co. Y ahí estaba hace cinco años, hasta el incidente con Loki.
Sí, ese maldito dios bueno para nada me arruinó la vida.
Siento como si estuviera diciendo esto desde un pedestal súper experimentado que pasó la vida y ahora está sentada en una silla de ruedas esperando a morir.
No, eso no es lo que pasa.
Estoy en una celda, con mis dios favorito, después de que nos encarcelaran a ambos por aparecer ilegalmente por el Bifrost y haber retado a Odín a un duelo. Por las dudas, yo no hice eso, si no nuestro querido super estrella Loki de Asgard.
Parece ser que no morí, como pensaba. Había tomado la mayor decisión en mi vida y me habían quitado el privilegio de realizarlo. No es que no estuviera contenta por no haber muerto, sino que me hubiera gustado que me alguien me dijera cuando me levanté en la mañana: "Niebla, hoy vas a estar a punto de morir, no te preocupes que vas a viajar a Asgard y te van a encerrar con un dios de muy mal genio y con habilidades para no dormir increíbles".
Sólo eso.
"NO CONFÍEN EN LA OVEJA, QUE LOS LEONES TAMBIÉN SABEN DECIR MEEE"
Bufé y como si hubiera eructado a más no poder, Loki me miró asqueado.
-¿Qué?
No contestó.
Para aclarar, estábamos en una cárcel muy higiénica para mis expectativas. En una mesita de madera muy chiquita para mi gusto habían unos libros escritos en un idioma que Loki decía que nunca entendería y que por eso no estaba autorizada ni a tocarlos; parecía que no había nada para mí. Tal vez los asgardianos no estaban acostumbrados a encarcelar a midgardianos como yo. O simplemente Loki decidió adueñarse de las dos mantas para dormir y de la otra mesita de madera que tenía papeles en blanco y tinta.
"NO CONFÍEN EN LA OVEJA, QUE LOS LEONES TAMBIÉN SABEN DECIR MEEE"
Parecía que esa frase me iba a perseguir hasta la muerte.
Literal.
-¿Puedes por lo menos fingir que nos llevamos bien?
Sin respuesta.
Loki me dio la espalda y se tapó con la que debería ser mi manta.
Entonces se me ocurrió una idea.
-Bueno, como dicen en mi mundo "El que calla, otorga!", si no te molesta...-silencio en la sala.-Me gustaría hacer un monólogo.
Una de mis pasiones era realizar monólogos de teatro, uno de mis sueños incumplidos. Pero ahora sólo iba a hablar para molestar un poco.
Aclaré mi garganta y empecé.
-Cuando era chiquita siempre me molestaban. Era la niña más molestable del mundo. Las multitudes de niños aplaudían cuando me insultaban y yo sólo sabía escuchar lo que decían, porque no sabía defenderme. Es que, si sabes, las niñas con poca visión son fáciles de despistarlas, sólo les quitas sus lentes y chau, no ven más por el resto del tiempo que estén sin los anteojos. Así que crecí con una muy baja autoestima pero como mis padres eran ricos, creo que tienes noción de eso, ¿No? Era fácil responderles con que eran unos pobres buenos para nada y me iba dejándolos a todos llorando porque una nenita de seis años les había bajado la caña.
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Loki, a tus servicios
Fanfiction¿Quién diría que un dios como Loki se ofrecería a ser tu acompañante a la boda de Thor? ¿Quién diría que sus ojos te atraparían como ningún otro? ¿Quién diría que estar juntos por hoy en realidad era para siempre? ¿Quién diría que vivirías todo su...