No se que es lo que está pasando allí abajo. Todo parece demasiado ruidoso, y hay un caos gigantesco. ¿Debería acercarme a ver? Podrían verme, y quizá sea peligroso... No quiero arriesgarme.
Hay un objeto grande en medio de todo este alboroto, es un poco extraño. Es como si fuera una cáscara cerrada de algo... Con esos seres dentro. Puedo escuchar cómo gritan esos seres, creo que mi jefe me habló de ellos hace tiempo; me dijo que se llamaban "Humanos" o algo así. Dijo algo de que eran muy torpes y curiosos, aunque no recuerdo a la perfección.
Algunos gritan desesperados y otros gritan furiosos. Están intentando hacer algo con las cosas que salen de la cáscara. Son planas y alargadas, y una está en llamas.
El objeto se cae con mucha fuerza directo al suelo. Quizá no debieron salir si sabían que esto iba a pasar, que tontos. De pronto, se desparraman frente a un pedacito de tierra en medio de la nada. Creo que nadie está del todo consciente, es mi oportunidad para bajar.
Hay algunos afortunados completos dentro del objeto. Los que están fuera...no tuvieron tanta suerte. De una clase de colchones con cinturón hay una mujer amarrada, mejor voy rápido. Creo que está bien, no se ve herida... Hasta que la vi muy pálida. Creo que no tiene pulso, pobre de ella. El resto se ve igual, y quizá los restos del objeto se hundan hasta el fondo del mar.
Creo que es un accidente sin solución. Otras personas desaparecidas a la lista. Quiero irme, pero de pronto escucho algo extraño.
Es una clase de chillido irritante que va en dirección a la mujer, mejor me acerco a ver de qué se trata. Entre los brazos de la mujer, que estaban muy tiesos hay otro humano, pero es muy pequeño. Es algo rechoncho y está casi rojo por esos sonidos berreantes que hace. Sólo quiero que se calle.
Decido tomarlo en mis brazos y buscar comida o algo para entretenerlo. En cuanto me alejo quizá a unos diez metros, escucho un estruendoso estallido.
Cuando miro hacia atrás hay fuego, humo, gritos y la cosa se hunde en el mar. Me quedé paralizado ante aquel escenario, podía sentir el abrazador calor en mi rostro. En cuanto explota el retoño grita con terror y sigue llorando más fuerte. Lo salvé de aquella desgracia, es el único sobreviviente ahora.
¿Qué hago ahora? Demonios... ¡Es tan horrendo y molesto! A lo lejos, logro divisar un pedazo de tierra con un poco de vegetación en él. Me acerco lo más veloz posible. Tomo una clase de fruto redondo y peludo y lo trozo a la mitad. De él sale un líquido blanco, lo pruebo y no está tan mal.
Tomo la otra mitad y se la doy en la boca a la cría mientras lo meneo y digo esas cosas ridículas que dicen las mamás. En unos momentos el enano deja de llorar y se calma. Ahora que está tranquilo comienzo a notar lo adorable que es. Tiene unos gigantescos ojos azules, jeje, parece que se le saldrán de la cara. Tiene unos cuantos pelos rubios en su cabeza y su nariz es pequeña y redonda.
No se que hacer, quizá debo de llevárselo al jefe. Eso es, me levanto y abro mis alas para ir al cielo. Luego de pasar algunas nubes al fin lo encuentro, está trabajando en sus cosas.
—Adelante Clara, ¿qué necesitas?—El jefe es muy bondadoso y amable. Siempre está al pendiente de nuestras necesidades y nos cuida como sus hijos.
—Señor, creo que ocurrió otro accidente humano... Sospecho que este pequeño fue el único sobreviviente.
El jefe toma al niño en sus brazos y lo menea con amor, a lo que el niño responde con risas. El jefe siempre es tan bueno que al tocarlo se siente armonía, paz y felicidad.
—¿Qué va a hacer con él?
—¿Qué vas a hacer tú con él?
Me sorprendo mucho con eso. ¿Yo? ¿Con esa bola de carne? El jefe pudo ver lo que me afligía y habló.
—Eres nueva aquí, necesitas aprender las cosas que hacen los ángeles como tú. Serás su ángel de la guarda, cuidarás que no peligre su vida.
—Señor, un ángel de la guarda es invisible para su dueño. El retoño no me verá, no me escuchará y hará una barbaridad que terminará fatal. Dígale a alguien más como Gabriel o Miguel.
—No será necesario que estés como una sombra—toma al niño y toca su frente. En ese instante sale un brillo blanco de su frente.
—le daré inteligencia y capacidades que ningún humano comprende.—Señor... Eso es algo... Tonto. Ya hizo eso con uno de sus hijos antes, y ¿recuerda lo que pasó? Todo su pueblo lo crucificó.
—Descuida. Este niño no es para salvar a la humanidad. Además, tengo ganas de hacer otro milagrito en la tierra, de esos que le dan fe a la humanidad. Podrá hacer una infinidad de cosas, pero será puro y humilde.
Con mucha insistencia acepto el cargo que el jefe me dio. Este niño estúpido no sabe ni hablar ni caminar. Según el jefe, tiene inteligencia suficiente para hacer herramientas. Al ser nueva en esto de guardar a un humano, espero que la ayuda que me está dando el jefe sea suficiente.
Voy a dejarlo crecer en la isla donde lo alimenté, hay suficientes cosas allí. Espero que no se mate o el jefe estará decepcionado de mí.
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El príncipe del océano
FantasyEste es el cuento de un chico, que tiene poderes mágicos. Puede hacer prácticamente lo que quiera, y vive solo en su pequeña isla. Pero... ¿De qué te sirve tener el paraíso en tus manos si no puedes tener lo que tú deseas? Aunque no siempre lo que t...