Tercer acto

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-¡Pero me lo pagas todo! ¡Todo lo que me quebraste!...-Grita Madara mientras va sin rumbo fijo por el bosque.

-Si te lo pagare. Mejor aún, te dejo que rompas cosas en mi casa. Me rompes una ventana, el florero y una jarra.

-Claro, de tantas ventanas, ¿Cuál elijo? –Pregunta sarcásticamente.

-El de mi cuarto.-Contesta Hashirama.

- Que sea uno que tenga florero y una jarra...

-Entonces, mi cuarto. Y tengo una linda cama.

-¿Que prendes?

-Lo que sea que pienses.

**********

Los hermanos menores entraron habitación por habitación, hasta que encontraron uno donde la ventana estaba rota. Alguien había estado ahí. Habían destruido también un jarrón, un florero, una mesa y sin olvidar la ventana.

-¿Qué paso en mi casa?-Empezó hablar Izuna. Asustado que posiblemente sea un ladrón.

-No, olvides que tal vez sean nuestros hermanos, los que estuvieron aquí. Y peleando como siempre.-Tobirama cansado de perseguir a su hermano, y al rival. Ya quería encontrarlos y evitar una pelea, ya que ese sería el peor de los casos.

La luz de luna, se veía a través de la ventana rota. Donde las puntas brillaban con esta luz, y entre ellas un objeto que colgaba de unos de los vidrios que aún estaba en el marco de la ventana.

-Tobirama -empezó hablar Izuna-. Creo que tu hermano estuvo aquí. –Muestra el collar. Tobirama solo lo ve.

Se queda en silencio uno momento.

-Vamos ahora a mi casa. Sospecho que pueden dirigirse para allá.-rompe el silencio Tobirama. Izuna solo asiente.

********

-Es ridículo, ocultarnos, no me agrada nada de esto-Hashirama se enfada por la situación.

-No, no lo es, pero ¿qué más se le puede hacer?

-Por cierto se me callo mi collar. Pero no me importa. Ahorita estamos en una conversación sin sentido.

-¿Enserio? No me digas. Se notaba desde un principio. Todo esto que hacemos es una ridiculez. No sé, mejor nos matamos.

-Eso es peor.

En la mente de esos dos, no concuerda. Asustados por lo que la gente podrá decir, su comportamiento delataba delirios.

**********

Los hermanos partieron a la casa de los Senju. Con esperanza de terminar con esto.

-Después de esto, hacemos algo para evitarlo. No puedo permitirme que pase de nuevo. –Suspira Tobirama, cansado de esto, día tras día.

-Lo único que sé, es que te estás desesperando. Si no lo tranquilizas, terminaras regañando feo.

-Es que... ellos son adultos, no deberían portarse así.

Siguieron su camino saltando entre árboles, hasta que Izuna se detiene de repente.

Izuna paró de repente.

-¿Qué pasa?- Pregunta Tobirama poniéndose a lado de éste.

-Escucho un ruido. Creo que viene de más adelante.- Contesta. Se mueve lentamente hasta ese ruido.

-¿Tal vez un enemigo?

-Tal vez estén siguiendo a nuestros hermanos. Con los líderes afuera los clanes se volverán a pelear.

Se acercan a ver lo que sucede. Se sorprenden a ver que eran los hermanos mayores en momento de privacidad.

-Me muero.-Comenta Tobirama. No puede creer lo que había visto.

-No sé si esto es peor o mejor.

-¡¿Cómo que mejor?! ¡Esto es anti natural! –Exclama Tobirama.

-Lo sea o no, no importa, es mejor a que se anden matando. Mira -muestra el collar de Hashirama-. ¿No crees que deberíamos regresárselo?

-¿Cómo? Yendo para allá. Y decirles: Hola les regresamos las pistas que dejaron para rastrearlos.-Dice Tobirama de manera sarcástica ya no estaba contento con esta situación. Y, con ganas de ir allá a patearlos.

No pudiendo pensar en algo, dejaban el tiempo pasar. Escuchando cada uno de los gemidos de la pareja de amantes. Que hace que se les ponga la cara roja.

-No estamos para juzgarlos, ellos eligieron eso. ¡Qué más da! –dice Izuna un poco desanimado, por la situación.

-Creo que esto es mejor, a que se anden matando. Pónganmeles las cosas cerca, y no le digamos a nadie.

-¿Por qué lo dices?

-¿Qué dirá la gente de ellos? ¿Enfermos? ¿Violadores? Todo el mundo sabe que se pelean, y si saben de esto lo van a adjuntar, criticando al os homosexuales de violentos.

-Sabias que, ¿una cosa no tiene que ver con la otra?

-Tú piensas así, el resto de la gente, lo dudo-se calmó un poco y luego se levantó -. No se tu pero le dejare el collar de mi hermano en su cuarto. Tú has lo mismo con el abanico de tu hermano.

-El abanico de mi hermano ya está en la casa. Aquí tengo el collar de tu hermano- Se levanta y se acerca al alvino. Le extiende la mano donde tiene el collar. Un collar que brilla con la luz de la luna, que logra pasar entre las ramas y hojas de los árboles.

Ya con el collar en mano Tobirama empezó el camino de regreso a la casa.

Cada uno de los hermanos se regresó a su respectiva casa. Esperando que los hermanos mayores volvieran de su aventura amorosa. Esperándolos en las habitaciones de sus hermanos mayores, teniendo el objeto que habían perdido al principio de la aventura.

Era hora de hablar. Se acabó todo este teatro.

¿Cómo se llamo la obra?Where stories live. Discover now