VI

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13 de Marzo de 2016.

Jueves, 8:21 AM.

Arrastré mis pies por las instalaciones de BigHit, saludé a Da Young, una de las recepcionistas, está me miró de arriba a abajo escaseando mi atuendo.

Sus ojos recorrieron cada una de mis prendas; casi criticando mis jeans ajustados, camiseta negra algo holgada y mis converse blancas.

Ah, y un rostro con muy poco maquillaje.

Quizá me veo mal, no lo sé, no estoy en posición de responder a eso.

Tanteé mi camino hacia el ascensor, presioné el botón y destensé mis hombros.

La madrugada de hoy fue algo liberadora, Jimin y yo hablamos de cosas triviales y algunas sin sentido, ambos nos quedamos dormidos en el sofá.

Nada morboso ni mal intencionado, él en un lado y yo al otro.

Aunque no sé por qué su pie amaneció en mi cara, supongo que es otro misterio sin resolver.

Se abrieron las puertas del ascensor, entraron un par de directivos conmigo, me saludaron y volvieron a sus asuntos.

Presioné el botón que ponía «5», no tenía tanto papeleo por hacer, pero tampoco quería cruzarme a los chicos hoy.

Recogí mi cabello en una coleta algo floja, dejando unos pocos mechones al azar.

Esperé unos pocos segundos para que el ascensor llegara a mi piso, me despedí de los directivos y puse un pie en las baldosas de del pulido mármol.

Salí totalmente de la cabina y caminé por los pasillos con la cabeza gacha.

Mi respiración monótona se alineaba con mis pensamientos, si mantenía mi mente enfocada en el trabajo me ahorraría la mala maña de pensar en mis vergüenzas.

Giré el pomo de mi estudio, todo estaba en su lugar, cerré la puerta a mis espaldas y pasé directo a mi despacho, puse la mochila con cuidado en el escritorio, me dejé caer en la silla rotatoria.

Giré hasta quedar cara a cara al ventanal, Seúl apenas empezaba su jornada de ajetreo, gente importante se pasea de aquí para allá con su ego al hombro.

También gente con altas expectativas de la vida, que espero algún día se cumplan.

Volteé al escritorio, saqué mi laptop y la encendí.

Sería un poco difícil sin mis gafas, pero no tenía tiempo de ir a buscar unas y menos para apartar cita con el oftalmólogo.

Subí la pantalla de la laptop, abrí mi correo y revisé si había novedades.

Me habían enviado cientos de propuestas de trabajos para Bangtan y muchos contratos por firmar.

Imprimí todos los documentos, luego le sacaría la copia de seguridad.

Cuando tuve todos los documentos en mis manos, encendí mi iPod para que se reprodujera una playlist diferente.

Good Boy resonó en el despacho, sonreí, tomé un bolígrafo y di inicio a mi jornada de trabajo.

Tarareaba mientras leía las cláusulas de un contrato de SBS, confirmaba que no hubiera nada desfavorable y las guardé en un sobre que le entregaría luego al señor Bang.

Levanté la vista hacia la puerta, el pomo estaba siendo girado.

"Probablemente no oí cuando tocaron y por eso tienen la libertad de abrir la puerta" pensé en mi momento de estupidez.

La cabeza castaña de Jimin se asomó, abrió la puerta de madera completamente y dejó ver lo que traía en sus manos.

Una bolsa de papel marrón y un café grande.

lollypop baby ; bts ✿Where stories live. Discover now