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VII: Esperanza 3/5
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La fuerte musica del ambiente resonaban profundamente en los oidos masculinos, trato de enfocar su vista hacia la mullida multitud que se encontraba bailando, bebiendo y entre otro, en aquel espacioso complejo. Las diferentes tonalidades de luces chocaban en su rostro de una manera sumamente molesta, solo pensaba en algo en esas estancias y era encontrar aquella muchacha de mirar herrumbre.
Sus orbes zulados añil divagaron sutilmente entre las personas mirando minuciosamente a cada uno tratando de definir cada rasgo perfilado de las caras femeninas, en aquel proceso de búsqueda se topo con diferentes tipos de chicas, las cuales la mayoría lo miraban de una manera hambrienta y picara, el rubio juraba que si se distraía un momento alguna de esas chiquillas se les tiraría encima.
De sus rosados y carnosos labios salió un leve exhalo de aire desganado, rendido ante aquel duro trabajo de encontrar a la muchacha entre tanta gente, pero, después de todo era el Capitán América, ¿no? Podría con aquella sutil misión propuesta por él mismo, aunque se le hacia casi imposible por las luces atormentadoras chocar frecuentemente con su visión, ¿Cómo podrían estar en esté lugar sin aturdirse siquiera?, ni él lo sabia con total seguridad.
Luego de divagar levemente entre sus pensamientos, una risa un tanto peculiar fue tomada en consideración por sus oídos, su semblante cambió drásticamente al encontrar a la dueña de sus preocupaciones, pero, no se encontraba sola, un muchacho estaba junto a ella en la pista de baile, podía observar como el canalla le susurraba suavemente sobre su oreja mientras la fémina dejaba escapar sonoras carcajadas. Arrugó su entrecejo mientras una orda de sentimientos infructuosos se alojaba en su pecho, pero sobre todo un picor ardiente de rabia se apoderaba de él al observar tal escena. A pasos duros y firmes se acercaba aquella "alegre" pareja, sus orbes azul cerúleo chocaron con unos orbes olivo que lo observaban desencajado.
- ¿Steveee?.- Alargo la muchacha entre pequeñas risillas, mientras sus pies divagaban tambaleantes para tratar de mantenerse en pie.
