Epílogo: En el mundo de paz

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"Creo que por fin puedo respirar tranquilamente."

"¿Te gusta tu nuevo estatus Donghyuck?"


"No puede ser más perfecto Taeil...

Lamento hacer todo esto por mi propia cuenta sin consultártelo...

Pero justo ahora soy feliz, y no hay nada de lo que me arrepienta."

"Sé que fue muy egoísta tu decisión. Pero no puedo quejarme. Yo al igual que tú, justo ahora soy feliz.
Gracias Donghyuck."


"¿Eso a qué se debe?"

"Gracias por amarme. Gracias por regresar la calidez y felicidad en mi. Gracias por todo y cada una de las cosas que hiciste por mi sin siquiera lamentarlo o dudar en el proceso.
Gracias."


"Gracias Taeil.
Gracias por amar a un simple humano sin interés alguno. Gracias por ofrecerme compañía y una mejor estancia. Justo ahora, no podría terminar en decirte las razones por las cuales me siento agradecido contigo."

"Lo mismo digo pequeño."


"Te amo Taeil."

"Te amo. Pequeño Donghyuck."

▫❄▫❄▫❄▫

Ahora, el corazón es de escarcha pero hay calidez dentro de él. Sus pieles son frías pero arden ante el contacto del otro. Sus voces son como ecos a distancia, pero guardan amor en cada nota.

Al final, los humanos y los fantasmas no pueden estar relacionados. Sólo humanos y humanos pueden. Sólo fantasmas y fantasmas pueden.

El amor hace que cometamos cosas inimaginables en nuestra vida.

Donghyuck lo hizo todo por amor.

Entendió que tenía que romperse para poder arreglar el corazón de otro ser totalmente destrozado.

Entendió que no importaba cómo fuese físicamente para amar y seguir amando.

Porque ambos ahora eran destellos de estrellas que surgió de un amor inesperado.

Y nada les impedía el amarse y tenerse el uno al otro.

Porque eran libres e invisibles ante todo lo demás. Sólo era la escarcha y los árboles con sus crecientes hojas quienes eran testigos de su fortuno amor.

Sin ojos juzgando su felicidad. Sin maldad disfrazada en envoltura humana.

Envoltura que Donghyuck abandonó y olvidó en algún lugar del bosque.

Porque después de todo la envoltura se vuelve innecesaria cuando aprendes a valorar tu interior. Y el interior de otros seres. Al igual que un caramelo. Al quitar su envoltura, puedes ver o delicioso que es su interior, lleno de miel y especias azucaradas.

Y si el amar de esa forma está mal. No piensen en querer hacer entenderlo.

Un loco es feliz con lo que piensa y creé desde su interior.

Soplando al aire risas inesperadas como inesperado es el amor. Sonriendo a la nada de vez en cuando al pensar en ello y hacer vibrar tu corazón.

Donghyuck y Taeil encontraron el amor. Y nadie les avisó que sería de esa manera. Pero sin duda, ellos ahora son felices teniéndose el uno al otro. Con la paz rodeando sus siluetas de destellos y la música cantando con armonía en sus oídos.

Dime, humano.

¿Acaso, podrían ser más felices?

La Canción del Fantasma de Escarcha ❄TaehyuckWhere stories live. Discover now