Bad Boy With Good Intentions.

XVIII. War of Hearts.

❝ Ven a mí en las horas nocturnas, esperaré por ti. No puedo dormir, los pensamientos me devoran. Los pensamientos sobre ti me consumen. ❞

Su cabeza dolía y tenía un nudo en la garganta que se tragaba para no llorar. María Hill no lloraba, no lo haría en esta ocasión. Fury estaba en a su lado, tratando de mantenerla calmada. Pero no podía.

No podía estar calmada ahora. El helicarrier estaba seriamente estropeado después de la emboscada. Debieron ir a una de las bases en superficie y habían pasado tres largos días sin poder movilizarse.

Se estaba informando a las familias de las muertes de sus hijos, de sus padres, de sus hermanos… De gente buena que dio su vida por proteger la base. Víctor Creed y Lady Taskmaster habían robado su vida mientras todo estaba oscuras, como si tuvieran derecho de elegir quién vive y quién muere.

El equipo estaba herido, tanto físicamente como psicológicamente. Tony y Peter estaban deprimidos, eran como muertes andantes encerrados en sus habitaciones y laboratorios, esperando que alguien les diera una señal para marcharse. Matt y Spell se encargaron de los arreglos del funeral. Bruce y Thor trataban de mantener el lugar en armonía, aunque todo estuviera a oscuras y silencioso como aquella noche en el helicarrier.

Natasha estaba preocupada por ella, le seguía como un cachorro por el lugar y le hacía sentir que el mundo no era tan horrible, aunque sus tacto fuera solo un placebo, cuyo efecto era efímero y cuya tranquilidad era falsa. Clint estaba protegiendo a Melanie y a Al, muy lejos, es una de las tantas centrales regadas por todo el mundo, hasta que todo esto acabara de la mejo manera posible.

Y Nick, él estaba a su lado. Mirándola con calma pero tal vez más triste que ella. La luces de la oficina iluminaban su cansado rostro y las figuras computarizadas del Consejo de Seguridad Nacional se mostraban imponentes hacia ella.

—Agente Hill —habló uno de los consejales, mirándole con desdén—, por favor, comente con lujo de detalle los sucesos la noche del 25 de junio.

María tragó saliva, pero firmemente, decidió hablar: —Mientras el equipos de Los Vengadores se encontraba en misión, nuestra base aérea fue víctima de una embosacada por parte de Víctor Creed y Lady Taskmaster. Estos dos apagaron las luces y nos matuvieron en sin luz por unas dos horas, tiempo en el que asesinaron e hirieron a gran parte de nuestros agentes cuando estos trataron de detenerlos.

— ¿Cuántas pérdidas? —Preguntó una de las concejales, oyendo atentamente las palabras de María.

—Estimamos la muerte de un total de quinientos agentes y doscientes se encuentran en estado crítico. Las familias han sido informadas y el funeral se realizará hoy, aunque será lo más privado posible.

El Consejo se mantuvo en silencio. Solo fueron unos minutos pero para María y Fury fueron como años.

—Eso sin contar el rapto de los intengrantes de Los Vengadores. —Intervinó el Consejo.

—Así es. No consideramos necesario especificar más sobre la captura de dos nuestros miembros. —Comentó Fury en esta ocasión.

Uno de los miembros del Consejo, que era un hombre de avanzada edad con su cabello negro empezando a destilar algunas canas, se movió en su asiento a la par que soltaba un suspiro. María no dejaba de sorprenderse de la tecnología que The SHIELD manejaba, casi parecía que verdaderamente estuvieran ahí y no fueron hologramas con los cuales conversaba la situación actual de la agencia.

—Si ya no tienen nada mas que agregar —dijo el hombre—, considero que es momento de que El Consejo tome acción sobre lo que está pasando…