CAPÍTULO 40.- LOS SECRETOS SALEN A LA LUZ

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UNA VERDAD QUE HIERA, QUE DUELA, SIEMPRE SERÁ MEJOR QUE UNA MENTIRA QUE PRIMERO CONFORTE Y LUEGO DESTRUYA EL ALMA ENTERA

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UNA VERDAD QUE HIERA, QUE DUELA, SIEMPRE SERÁ MEJOR QUE UNA MENTIRA QUE PRIMERO CONFORTE Y LUEGO DESTRUYA EL ALMA ENTERA.

TED.

Varias horas habían pasado, ya eran las dos de la mañana; Ted estaba en una habitación sucia, un lugar viejo y abandonado, las paredes tenían la pintura desgastada, había polvo, tierra, como si hubiese estado deshabitado por mucho tiempo

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Varias horas habían pasado, ya eran las dos de la mañana; Ted estaba en una habitación sucia, un lugar viejo y abandonado, las paredes tenían la pintura desgastada, había polvo, tierra, como si hubiese estado deshabitado por mucho tiempo.

Él estaba en una silla de madera, sus manos atadas a los apoyabrazos de la misma, sus pies descalzos estaban atados a las patas de la silla, solo estaba con su pantalón de tela gris, Molly también le había quitado la camisa. Estaba sangrando, cuando Molly hizo la llamada, le cortó con una navaja en el pecho, haciendo un corte superficial de unos veinte centímetros para hacerlo gritar.

Estaba sudando, temblando, su respiración agitada, más no decía nada, solo miraba en silencio a la mujer que rondaba cerca de él, caminando en círculos acechándolo como un depredador que solo espera un motivo para atacar y hacer daño. Ted movía sus dedos tratando de cerrar sus manos en un puño, su estómago tenía un nudo, sentía tantas nauseas que creía que en cualquier momento podría vomitar, estaba asustado y solo.

—Te pareces tanto a tu padre —Molly rompió el silencio y lo observaba de pies a cabeza mientras seguía caminando en círculos a su alrededor. Ted no podía dejar de mirarla, tenía miedo, y no le respondía palabra alguna porque no quería provocar su enojo.

La mujer se acercó hacia él a su espalda y tiró con fuerza de su cabello para obligarlo a mirarla.

—No tienes el cabello rubio de tu padre —la voz de esa mujer era afilada como la navaja con la que lo había cortado— es tan extraño cómo eres su pequeña réplica y a la vez eres tan distinto. Tu cabello negro es perfecto.

Molly le dio un beso en la mejilla, pintándolo con su labial rojo, Ted tragó saliva nervioso y un terrible escalofrío le recorrió por todo el cuerpo erizando su piel.

—Vamos a platicar con papá. Quiero ver el sufrimiento de Tristan en primera fila.

Ella lo soltó y caminó hacia al frente, hasta donde había una cámara, la encendió enfocándolo a él, la cámara estaba conectada a una computadora y a un celular, marcó el número de Tristan y realizó una video llamada.

Bajo los tacones de JennaWhere stories live. Discover now