Duchenne Smile |Yoonmin|

프로프라놀롤 [ Propranolol ]

"Esta es tu estrella, pide lo que quieras."

Los días sábados eran los preferidos para todos los pacientes ya que podían salir a las zonas exteriores del hospital, podían estar en áreas verdes con flores y rosas, con pequeños estanques que contenían diminutos pescaditos de colores, amaban los sábados porque podían tener la brisa y el olor del exterior... algo que parecía muy lejano al estar ingresado en el hospital y aunque los enfermeros siguieran allí para observarlos, ellos eran felices. Incluso antes a YoonGi no le importaba ni le causaba emoción alguna el hecho de que sea sábado, es más prefería que no fuera sábado porque al salir tenía que aguantar a ciertos insectos que revoloteaban por el lugar. Él miraba los sábados y creía que eran otro día normal sólo que en este tendría que recibir el sol y quemarse, aunque no quisiera. Sin embargo, ahora que veía a su nuevo amigo de cabello negro correr hacia él, saltando como si fuera un niño y sonriendo con los ojos, parecía que los sábados serían de ahora en adelante; buenos días, parecía que Jimin hacía que un sábado, y todos los días, fueran un buen día.

— YoonGi hyung, encontré algo grandioso. —Jimin seguía saltando como un niño pequeño por la emoción— Tienes que venir conmigo.

YoonGi pensaba que quizá el alma de Jimin nunca había sido lastimada y seguía siendo pura y cálida.

Suga corría atrás de Jimin con su mano sujetada a la del menor, y lo observaba preguntándose si enserio puede haber algo puro en esta vida, si es posible o irremediablemente será destruido. Su espalda se ajustaba a la camisa del hospital y sus hombros se movían de un lado al otro, pasaron por un pequeño puente y se acuclillaron cerca del pequeño estanque, que ahora el rubio sabía que existía. Jimin soltó su mano y con la misma indicó a una dirección dentro del estanque con el dedo índice, Suga siguió con la mirada hacia la dirección indicada encontrándose con una flor de loto en medio del estanque, ahora entendía porque Jimin estaba tan impresionado.

— Es genial, ¿no lo crees? —el pelinegro sonreía con orgullo como si hubiera encontrado un tesoro.

— Es realmente hermosa, no esperaba encontrar algo así aquí. —sonrió YoonGi con un brillo en su mirada.

— ¿Sabes que significa la flor de loto? —Jimin preguntó sonriendo.

— No, pensé que era solo una flor de hecho. —YoonGi sonrió con vergüenza.

— Claro que no, todas las flores tienen significados. Esta aún más, tiene muchos significados, pero el que más me gusta es que simboliza la paz, la pureza y belleza, y más que todo es una luz con el poder de iluminar todo lugar. Creo que es infinitamente hermoso el poder ser aquello, el poder ser la luz de alguien en medio de una eterna oscuridad. —Jimin hablaba despacio como si todas las palabras que dijera las sintiera hasta lo último.

— Eso es hermoso, Jimin.

— Gracias. Mi familia siempre se dedicaba a estas flores e intentaban siempre tenerlas con vida y hacerlas nacer, en ese momento, yo era muy feliz. —Jimin tenía los brazos apoyados sobre sus rodillas para así sostener su cabeza colocándola sobre estas.

— Eso es aún más asombroso... porque mi familia sólo se concentraba en el trabajo, por lo cual no creo tener algo por lo cual admirar de lo que hicieran, aunque el hecho de que siempre se esforzaron es lo que más admiro. —YoonGi aún observaba la flor mientras recordaba su infancia.

YoonGi había visto esta flor dos veces en su vida; cuando era pequeño y su padre se la mostró, y cuando la recibió como regalo de cumpleaños, del hijo de un amigo de negocios de su padre. Recordaba que el niño había llegado a aquella celebración con su padre aquella noche y que no se separaba del mayor, el padre de YoonGi lo incitó a acercarse al niño el cual parecía molesto como si no quisiera estar allí. Sin embargo, la expresión del niño cambió cuando se encontró con YoonGi quien en ese momento era un niño muy feliz y amigable. Esa fue la segunda vez, él niño le había regalado a YoonGi una flor de loto causando en él una gran impresión y recibiendo por parte del niño un cambio total en su actitud, esa también fue la primera vez que YoonGi vio a alguien sonreír con los ojos. Aunque ahora que Jimin era su amigo parecía ser que él siempre sonreía con los ojos.