Parte sin título 12

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-Anthony...

-Tal vez no sea la persona más cuerda y respetuosa del planeta...pero yo nunca... yo jamás...

-El dios de las mentiras es capaz de reconocerlas-Respondió Loki, guiando al millonario a sentarse en el sillón.-Eres un buen hombre, Tony Stark. 

-Vaya, eres la primera persona en el mundo en decir eso.

Jarvis apagó el televisor, no necesitaban escuchar todas las mentiras y engaños de las entrevistas.

-Señor, la entrevista la dio Matt Jason un exempleado de Industrias Stark-Informó J con su acento británico.-Han pasado dos semanas desde su despido.

-Espera, ¿Jason? -Preguntó Tony, la mirada fija en el muro-Jason... Al que despedimos después de un intento de robo... Maldito, ni siquiera llamamos a la policía para ayudarle y con esto nos lo paga.

-Si tuviera mi magia...-Gruñó Loki, 

Tony abrazó a su dios del caos, nunca había tenido a alguien dispuesto a hacer tanto por él, a defenderlo cuando la prensa y los medios decidían molestarlo.

-Debo arreglar esto.-Dijo.

-Eso tendrá que esperar, señor-Indicó Jarvis-Su visitante del otro día está encabezando una protesta contra los Vengadores enfrente de la Torre Stark.

Tony suspiró,  de verdad el universo estaba en contra de darle un minuto libre. Bien, si alguien con un traje estaba en su contra nada le impedía ir a revisar que sucedía con su traje de Iron Man. 

-J, arma el traje Mark VII 

El traje se armó a su alrededor en cuestión de segundos, el sonido de metal ensamblándose bloqueaba todo lo demás y un poco de adrenalina comenzaba a fluir por su sistema. 

-Loki, si algo sucede escóndete en el taller.

El dios resopló, mientras el genio activaba los repulsores y salía volando por la terraza. No habia volado muy lejos cuando aparecieron las estadísticas y lecturas del otro traje. Nadie, ni siquiera Hammer había estado tan cerca de replicar su armadura, la curiosidad era demasiado fuerte y deseaba saber quién había logrado igualar su obra.

Aterrizó con su típica pose de pingüino, los gritos de desagrado dirigidos al edificio ahora eran hacia él. 

-¡Asesino! ¡Terrorista! ¡Muérete!-Gritaban los inconformes con pancartas que no se molestó en leer.

-Hey, apenas está amaneciendo ¿No es un poco temprano para esas palabras?

-Nunca será demasiado temprano para quitar una amenaza de nuestras calles.-Dijo la voz metálica,  su oponente atravesó la multitud acercándose a él. 

Ahora que podia ver la armadura a la luz del día era similar a la suya, con pintura dorada y morada fundiéndose con el brillo purpura de los ojos y el reactor arc. No llevaba la capa y el traje tenía figura femenina, con una cintura diminuta y cadera marcada.

-¿Al menos sabré quién me enfrenta?-Preguntó, levantando la pieza facial para que todos lo vieran.-Digo, tu sabes quién soy; Tony Stark, filántropo, playboy, genio...

-Soy la Destructora Maravilla-Dijo ella, imitándolo y revelando su rostro-Aunque el mundo me conoce como Liv Anderson.

Al ver su rostro la reconocio, Liv tenía unos ojos azules imposibles de olvidar, la había visto en varias ocasiones en la industria, era cercana a Hammer pero a diferencia de él, ella había optado por una empresa más útil, siendo la principal competencia en el mercado de Industrias Stark en cuestión de tecnología. 

Ella sonrió.

-Déjame adivinar, también le pagaste a Jason para que hablara...

-No soy la única persona que te odia, Stark-Susurró ella, una amenaza oculta en sus encantadores ojos azules-Pronto todos te verán por lo que en verdad eres, un rico niño mimado a quien no le importa nadie más.

-El burro hablando de orejas-Se defendió, de verdad comenzaba a hartarse.

-Tú estarás solo Tony, no te quedará nadie.¿Quién querría estar con un fracasado egocéntrico y megalomaniaco?

Tony la miró a los ojos, fingiendo que sus palabras no le lastimaban ni un poquito, que no lo había pensado antes, que no era su peor temor y su mayor certeza.

-Ni siquiera tus padres se quedaron contigo...

Esa era la gota que derramaba el vaso, podian hable mal de él, pero sus padres eran un tema vetado. Disparó su repulsor directo al reactor de su rival, antes de volar de regreso a su piso. Las personas abajo no tenían una buena razón para protestar, sólo que Tony no les agradaba.

Llegó a su piso intentando contener la ira y tristeza mezcladas en su mente, impidiendo que pensara bien, por eso se fue, no quería perder el control enfrente de sus "fans número uno".

Salio de su armadura, tenía mejores cosas que hacer que defenderse de los inconformes. 

Ignoró a Loki y se encerró en su taller a trabajar en una nueva armadura, solo con sus pensamientos y una botella de whiskey por compañia... 

Al día siguiente se arrepentiría y vería qué hacer, pero por el momento deseaba olvidarse del mundo.

-Anthony...

Unos delgados y largos brazos lo envolvieron...

Luz de Sol y LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora