Capitulo 54

450 16 0
                                    

-Wow ¿Con que ahora sabes de diversión?

-Contio hay una que quiero mostrarte ahorita mismo- se inclinó sobre mí.

-¿Faje?

-Faje tendrá un nuevo significado para tí- mojó sus labios, esto me provocó.

-Muéstrame- lo reté.

-¿Recuerdas cuando nos conocimos y tú me tentabas?- yo sonreí y asentí- Mira- sacó un sirope de su bolsa.

-¿Me quieres hacer diabética?

-Te quiero hacer mía- se avalanzó sobre mis labios y comenzó a devorarlos sin piedad, sentí como la piel de mi cuerpo se erizaba.

Elliot deslizó mi camisa y se deshizo de ella, yo hice lo mismo con la suya, extrañaba su torso, su piel perfecta que moría por sentir.

-Enséñame lo que puedes hacer, hazme perder el control.

-No me retes.

-Te reto a que me muestres que tanto placer puedes dar.

Elliot sonrió y mordió su labio inferior. Bajó su rostro a mi cuello y lo besó intensamente, quitó lo que me restaba de ropa, yo hacía lo mismo con la suya.

Elliot devoraba cada centímetro de mi cuerpo con una pasión inigualable.

-No sabes cuanto te necesité.

-Muestrame cuanto.

-Con gusto.

Elliot bajó su rostro hasta mi pelvis y me daba lamidas constantes que me hacían estremecer y gemir de places, presionaba sus manos contra mis muslos y me aferraba a él.

-¿Te gusta?

-Si- dije en un gemido.

-No te escucho.

-¡Sí!

-¿Quieres más?

-Si, Elliot, quiero más- solté un grito de placer cuando continuó- Oh por Dios- gritaba son censura.

Elliot se levantó me penetró con fuerza despues de dar un ligero masaje entre mis piernas con su 'amigo'. Era incontrolable, no podía detener los quejidos de placer que escapaban de mi boca.

-Pídeme más.

-¡Elliot! ¡Te estás aprovechando!- reí.

-Hazlo o paro.

-No no, no pares, continúa.

-Dime ¿Quién es mi niña mal?

-Yo- decía en un gemido.

-¿A quién le gusta portarse mal?-solté una carcajada.

-¡A mí!- seguía con su vaivén.

-Dí que sólo yo te hago sentir esto.

-Sólo tú me haces sentir tanto placer- me retorcía de placer.

-¿Quién manda?

-Yo- se detuvo.

-¿Qué dijiste?- me miró serio, lancé una carcajada.

-Sigue.

-No.

-¿Qué? ¿Cómo que no?

-Hasta que me digas quien manda.

-Yo- sonreí malévola. Elliot salió de mí- ¿Qué pasa?

-Di que yo mando.

-No.

-Entonces se acabo el faje.

Diva AdolescenteWhere stories live. Discover now