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Sofia

Hoy, después de esperar cinco días por fin llegó el fin de semana. En realidad no sé por qué esperaba con tantas ansias los sábados cuando nunca hacía nada, lo único que hacía era estar acostada todo el día viendo Pretty Little Liars para después levantarme y darme un baño para cambiar de posición y empezar a ver vídeos graciosos de bebés comiendo limón. Sí, así soy de estúpida.

Los fines de semana no mantenía contacto alguno con Camila porque ella siempre decía que estaba muy ocupada calificando cosas de la Universidad y yo como buena novia la entendía. También quería darle espacio, prácticamente nos veíamos todos los días y no quería que alguna de las dos empezara a sentir que nos estábamos sofocando de tener a la otra todo el tiempo. Ambas sabíamos que era mejor así, ella hacía sus cosas y yo las mías y ya nos veríamos el lunes.

En estos días había estado notando constantemente la mirada de un compañero, era un muchacho guapo de 19 años que quitaba la mirada cada vez que yo me atrevía a mirarlo, cosa que me parecía gracioso porque se notaba a kilómetros que él sentía algún tipo de atracción por mí. Debo decir que me consideraba bisexual, pero por algún motivo las mujeres se me acercaban más. En toda mi vida he tenido 3 novios, uno a los 8 años y en ese entonces era la cosa más inocente del mundo, a mí me asustaba muchísimo que los profesores supieran de nosotros así que si nos queríamos dar un besito todos mis compañeros del salón hacían rueda para cubrirnos mientras nosotros estábamos en el centro dándonos un pico. ¿Ridículo, no? Pero lo recuerdo con mucho cariño.

Ya después de eso tuve otros dos novios que quise mucho pero las cosas terminaron dejándome un sabor amargo en las relaciones, hubo años en los que traté de evitar al máximo cualquier tipo de relación sentimental y me encerré en mi burbuja para que no me hicieran daño, porque a veces así es mejor. Pero... ¡NO TENGAN MIEDO DE AMAR, AMIGOS! El amor es un sentimiento precioso, duele bastante pero vale la pena cada segundo del dolor que sentimos. Se los aseguro.

*

El día iba pasando y así mismo se iba acabando el helado que me estaba comiendo mientras veía Netflix. Estaba tan concentrada en tratar de descubrir por mi propia cuenta quién era A (ya sé quién es A) Que no me di cuenta que mi mamá me estaba llamando.

Ma: ¡Sofía del Pilar, la estoy llamando desde hace una hora y usted no me responde! -decía a gritos, en realidad o me estaba llamando desde hace una hora, solo que a las mamás les gusta exagerar.

Yo: Sí, sí. ¿Qué pasó?

Ma: Gabriela y María vienen en camino, me dijeron que te dijera que te alistaras que iban a salir al centro comercial. Así que rápidito, no te quiero ver más en ese computador dañándose la vista.

Gabriela y María eran mis mejores amigas, hemos sido amigas desde el colegio y son las únicas que saben todo de mí, bueno; Gabi no sabía que yo tenía una relación con Camila porque estudiaba en una Universidad diferente pero María sí y me apoyaba. Amo a esta chica.

Ma: ¿Me escuchó? No escuché un sí señora.

Dame paciencia Jesús con esta mujer, amén.

Yo: Sí, ya me estaba bañandoooo.

Cuando me terminé de bañar decidí ponerme algo casual, un jean de tiro alto y un crop top con unas sandalias, no me maquillé mucho, solo delineador y labial. Después de media hora mis amigas ya estábamos en marcha hacía el centro comercial. El plan era ir a ver qué película estaba en cartelera y después comer algo.

María: Yo digo que veamos Annabelle.

Gabi: Yo también, Sofía somos dos contra una. Así que pierdes, no seas miedosa.

(Des)amorWhere stories live. Discover now