Just One Day

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Aquella mañana olía a rosas. Era una mañana de primavera preciosa. Estaba sentada en un banco del parque, ensimismada en mis cosas, para variar. La brisa que golpeaba mi cara era suave. Mi pelo cobrizo se mecía al son de la música que sonaba de fondo. Era Just One Day, una de las canciones de mis siete chicos: BTS. 

Tras renunciar a mi trabajo como idol de origen americana, mis padres hablaron con Big Hit Entertainment. Y seis meses más tarde aquí estoy, siendo la asesora personal de estos chicos. 

Una paz infinita bañaba mi cuerpo. Pero de repente, oí algo. Un clic. Fue rápido, pero lo oí. Había alguien más conmigo. Y estaba segura de saber quién era.
—¿Por qué siempre me tomas fotos, Kookie?—pregunté, esperanzada de que por fin me contestara, pero no se movió.
Jungkook me sonrió detrás de su cámara.
—Eres perfecta para mi proyecto. Pero perfecta en general, también.
Me sonrojé un poco. No era la primera vez que me decían algo así. En esos seis meses todos y cada uno de los chicos de BTS me habían echado algún piropo. Bueno, no del todo... Se me escapaba uno: Jin. Creo que él debía de odiarme,  porque siempre me miraba mal en las clases y los ensayos con el grupo. Me parecía que tenía un comportamiento muy distinto conmigo al resto de las personas, por lo que mi objetivo actual era conseguir que al menos me dijera que le caía bien o que podía soportarme. El único problema con todo esto era que a mí Jin me parecía irresistible... No podía estar más de 10 segundos mirándole a la cara, y menos hablándole. Tal vez por eso me odiaba, porque no podía mantener contacto visual.
- ¿Qué haces esta noche? -me preguntó Jungkook.
- Aún no tengo nada planeado, aunque me gustaría poder estudiar un rato y preparar la sesión de fotos de mañana -dije.
- Oh, vamos... déjalo para otro día y ven conmigo al cine. Hoy echan una de tus favoritas: Spiderman -me encantaba que Jungkook fuese tan detallista conmigo, que recordara mis películas y series favoritas, a pesar de ser el más joven.

No podía resistirme a la sonrisa de aquel chico, así que le dije que sí. En un par de horas estaría preparada y él vendría a recogerme para nuestra cita. Me despedí de él con un gesto de muñeca y fui corriendo a coger el metro para llegar a mi casa.

No sabía qué ponerme así que al final opté por algo simple: jeans negros pitillos y una blusa blanca, que hacía resaltar mi piel morena (había pasado muchas horas tomando el sol en la playa, aunque por algún motivo allí, en Korea del Sur, tanto mujeres como hombres eran de piel clara). Por último, me recogí el cabello en dos trenzas, y me coloqué el collar que me regaló mi mejor amiga Lilly, antes de marcharme a ser la asesora de BTS.

Era por fin la hora de irme, estaba muy nerviosa, pero sobre todo ansiosa. No recordaba la última vez que había tenido una cita con alguien, y menos con un chico como aquel.

Justo cuando iba a salir por la puerta recibí un mensaje. Tenía que ser Jungkook. Pero no. Era Jin. ¿Qué narices quería él ahora?

"He oído que vas al cine con Jungkook. No deberías."

¿Que no debía? ¿Quién se creía que era? No me hablaba nunca desde el incidente y ahora de repente me venía con  esto. Había chicos tontos, pero él se llevaba la palma. Decidí pasar muy fuerte de su mensaje. Nadie iba a decidir por mí con quién salir y quién no. Y mucho menos un hombre. La próxima vez que no viéramos le iba a decir cuatro cosas.

No lo había mencionado antes pero, nada más aparecer en el aeropuerto de Korea del Sur, me perdí. Lo cierto es que debían recogerme unos agentes de seguridad del grupo, pero no apareció nadie, o al menos a la hora que tenían que estar. Entonces, con todos mis ovarios, emprendí una marcha por toda la ciudad en busca de... ni idea, no sé qué pretendía en realidad. Aquello fue una tontería por mi parte, tan grande que casi me cuesta el trabajo como asesora personal. Si sigo aquí es gracias a Jin, ya que habló con mi jefe para que no me echaran después de los problemas que les había causado al grupo nada más llegar. Prefiero no hablar de ello... en especial del momento en el que Jin estuvo a punto de perder la vida por mí...

Mientras estaba ensimismada en mis pensamientos, llamaron al timbre. Miré por la mirilla para asegurarme. Sí, era Kookie. Abrí.

   - Estás preciosa, como siempre -me dijo mirándome de arriba abajo.

   - Muchas gracias, cojo el bolso y nos vamos.

Después cerré la puerta y nos montamos en su coche. La verdad es que no recordaba que condujera, pero no me importaba. Pensaba pasármelo muy bien aquella noche.

Pero no sabía lo que me esperaba.

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⏰ Last updated: Sep 06, 2017 ⏰

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Me diste alas para volar (BTS)Where stories live. Discover now