Después de haberla visto en esa tienda y con aquel chaval, me quedé pensando en mis oportunidades perdidas, me quedó muy claro lo que eran. Sobretodo cuando los vi besándose en la esquina del parque frontal, aún no había comprado mi dispositivo, estaba siendo avasallado por un sinfín de sensaciones que harían hasta al más fuerte desistir.
Tenía muchísima ilusión por entrar a trabajar en mi nuevo puesto, quería demostrar que tan bueno era, que lo merecía. En ese momento mi vida laboral y mi vida amorosa no podían ser menos compatibles.
—Señor Bastian, diríjase a la oficina de Gala.
Bien, empezamos el día mal. ella era la piedra que menos quería ver y a la que mi destino se empeñaba en colocar como si fuera un adorno.
Tomé mi maletín del suelo y fui de camino por la pasarela del diablo. ¿Qué querías ahora?
Agarré con manos expectantes el pomo, entré para después colocarme detrás de la silla de escritorio, cuanto más alejado estuviera de una mujer prohibida, más fácil me libraré de la tentación.
Esperé a que hablaras, quería irme, temblaba por dentro viéndote con esa cabellera recogida en un estirado moño, con ese vestido verde menta y ese pintalabios morado oscuro, te veías endiabladamente apetecible.
En el momento en el que vi hacia donde se dirigían mis pensamientos deseé que el tiempo pasara como el aleteo de una mariposa, deseé poder huir bien lejos de ti, coño quería huir de tu presencia para librarme de la tensión, el problema es que para eso, tendría que mudarme de planeta.
¿Es tu novio Gala?
Tan bello mi Bas
Gala, pues siendo Gala.
Nico hará una especie de maratón a lo largo de este lindo sábado.
¿Qué os parece? pobre Bas con tanto dentro y pocas posibilidades de sacarlo fuera.
¿Alguien quiere dedicación? que comente en este aparado, el que más lo haga, se lo gana =)
Buen día.
Dedico este apartado a un user que ha estado desde que se publicó la novela, y aunque no sé mucho de él o ella, le agradezco por votar y por leer estas locuras que Nicole escribe.
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Sabor a Caramelo (COMPLETA)
RomanceSu fortaleza intimida, su sonrisa congela océanos de pasión como los que un día sin querer en mí despertó. Su traje, sus manos, sus orbes de color manzana, todo fue el cóctel perfecto para bombardear mi razón y acariciar mis sentidos como la más du...