The Wedding; Katniss&Peeta

La Boda

Sabía que no podía echarme para atrás al darle esa respuesta a Peeta, luego de todo lo que habíamos pasado juntos. Nuestra forzada separación, el dolor que sentí al perderlo, el alivio al recuperarlo, la tristeza en la que me había sumido cuando vi que lo habían cambiado y demás me hizo darme cuenta de cuanto lo amaba. Él sonrió, unas pocas lágrimas se arremolinaban en sus ojos amenazando con salir y con ternura y delicadeza besó mi frente.

Ese día mi vida cambiaría para siempre, lo sabía, y estaba lista para el reto.

Fue duro enfrentarme a mi madre, ya que aún me creía muy joven para estar emparejada, ¡pero demonios! era el Sinsajo. El símbolo de la rebelión. Con un par de actos, mucho coraje, sudor y sangre había logrado que la gente se alzara contra el capitolio, contra el tirano presidente Snow y había triunfado, creo que me merecía un poco de apoyo en cuanto a mi relación amorosa con Peeta.

- Katniss, ¿estás segura que esto es lo que deseas? - Apreté el teléfono con fuerza mientras respiraba con paciencia.

- Si madre, Peeta es el único hombre con el que deseo pasar toda mi vida, él demostró amarme y luchó hasta el final por mí, sufrió quién sabe cuántos tipos de torturas y jamás me traicionó ¿te parece poco?

- Por supuesto que no cariño, pero, eres tan joven aún.

- Tuve edad suficiente para imponerme contra el capitolio y mejorar la vida de millones de personas, ¿no crees que merezco un poco de apoyo en cuanto a mi matrimonio?

- Si, lo entiendo, pero realmente se me hace duro afrontarlo.

- Prim lo hubiera querido también, ella adoraba a Peeta y lo sabes. - Un pequeño silencio se hizo del otro lado de la línea, era un poco insensible de mi parte usar a mi hermana ya que sabía que aún ni mi madre ni yo nos recuperábamos de su pérdida, pero debía utilizar todo lo que tenía a mi favor y además no estaba equivocada en lo que decía, Prim soñaba con verme junto a Peeta en la eternidad.

- Tienes razón Katniss... Les daré mi bendición a ti y a Peeta, él cuidará bien de ti.

- Gracias por entenderlo.

- Iré pronto entonces para ayudarte con los preparativos de la boda, no olvides que te amo hija.

- Y yo a ti madre.

Colgué y respiré un par de veces para tranquilizarme, mi madre había sido fácil, ahora se vendría el verdadero reto... Gale.

Mi antiguo mejor amigo y también mi otro enamorado, sería muy difícil anunciarle mi compromiso con Peeta, pero merecía saberlo, además, él era parte de mi familia, quería que estuviera presente, me sentía egoísta por desearlo presente el día de mi boda, pero él es, o por lo menos era, una parte muy importante de mi, sobrevivimos juntos y nos apoyamos mutuamente cuando lo necesitamos. Ya era hora.

El teléfono sonó un par de veces y cuando estaba por colgar, escuché su gruesa y cálida voz.

- ¿Gale?

- ¿Catnip? ¿Eres tú?

- Si, soy yo.

- ¿Cómo te encuentras? Te echo mucho de menos. - Mi labio inferior tembló, no me había dado cuenta de lo mucho que también lo extrañaba.

- Bien... Yo también te echo de menos... Pero, te llamo porque necesitaba hablar contigo.

- Bueno, aquí estoy, dime.

- Gale... Me casaré con Peeta. - Silencio. - ¿Gale?

- Ya veo...

- Me gustaría que asistieses, sabes que eres mi mejor amigo.