Capítulo 23: "Las palabras pueden lastimar más que el filo de una espada."

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Abrí mis ojos al sentir como algo caía lentamente cubriendo mi cuerpo, había dormido sentada junto a Tsukki después de platicar varias horas en la noche. Observé a mi lado para comprobar que seguía en esa posición, recargando su cabeza en la mía. Voltee a ver al frente, Patsuan quien nos acababa de cubrir con una sábana dedicaba una mirada con cierta ternura, me sentí confundida al ver que lucía como un idiota de esa forma, pero poco después comprendí el porqué al observar a mi otro lado, se encontraba Gin-chan durmiendo mientras nos abrazaba a Tsukki y a mí, me encontraba en medio de los dos asemejando a una familia, me sonrojé un poco al pensar en eso.
Miré a Patsuan quien me pidió haciendo una señal de que guardara silencio mientras corría por la casa en busca de algo. Al regresar, tenía una cámara en mano a punto de tomar una foto. Me coloqué nuevamente en la posición en la que había dormido para que pudiera tomar un buen marco, para después quitarme sigilosamente colocando la cabeza de Tsukki en el hombro de Gin-chan, eran un par de tortolitos. Shinpachi tomó una foto sonriéndome con malicia. Quería ver la expresión que mostrarían al ver como se encontraban. Parecían una pareja recién casada.
-Ayúdame preparar el almuerzo.- Me susurró Patsuan dirigiéndose a la cocina, le seguí sin quejarme.
Terminando de preparar la especialidad de la casa –Arroz con huevo, si lo se... Estúpida pobreza—volvimos a la sala para comprobar que seguían durmiendo tranquilamente.
-¡Gin-chan! ¡Tsukki!- Les grité esperando que despertarán.- ¿Cuánto tiempo pretenden seguir durmiendo-aru?
La primera en reaccionar fue Tsukki quien abrió los ojos lentamente un poco desconcertada, pero al ver que Gin-chan se encontraba a su lado dormido, se sonrojó al mismo tiempo que lo golpeaba en la cara.
Al sentir el golpe, este se levantó observándola confundido.
-¡¿Por qué me pegas Tsukki?!- Se acarició el lugar donde ahora existía un moretón enorme.
-¡Estabas dormido encima de mí!-Gritó, apuntándolo.
-¿En serio? ¡Eso es genial!- Se alegró inmediatamente.
-¡Jodete!- Le gritó Tsukki, lanzándole un Kunai en la cara.
-¡Ah! ¡Estás loca mujer!- Gritó Gin-chan por el dolor.
Después de su pelea, terminamos comiendo todos juntos entre risas por lo que acaba de pasar hace poco. Al terminar, me dirigí a tomar un largo baño para salir y usar un cheongsam rosa magenta corto, abierto por los lados con adornos dorados y unas calcetas blancas hasta mis muslos. Finalizando con un peinado sujetando mi cabello en dos coletas con pinzas previamente púrpuras.
Me dirigí al corredor donde visualicé como Tsukki estaba a punto de irse a Yoshiwara.
-¿Ya te vas-aru?- Le pregunté, acercándome a ella.
-Sí, Hinowa debe estar preocupada por mi...- Mencionó nerviosa.
-Te acompaño-aru.- Agarré mi paraguas morado de la entrada, llegando a la sala para avisar de mi salida.- ¡Oigan, par de idiotas!- Les grité llamando su atención.- Iré a acompañar a Tsukki, así que más de rato regreso-aru.
Gin-chan se encontraba recostado en el sofá, Shinpachi tenía un vaso de té en su mano y, por su parte, Sadaharu se encontraba tranquilamente dormido debajo de la mesa.
-¿Estás segura?- Me preguntó Tsukki detrás de mí, preocupada.- Yo puedo irme sola...
Supuse que se encontraba de esa forma por miedo a que me encontrará con esa persona, pero no me importaba hacerlo... es más, sería mejor para mí encontrarlo para golpearlo sin piedad alguna.
-Está lloviendo y tú no llevas paraguas-aru.- Dirigí mi mirada hacia la puerta donde se escuchaba el sonido de la lluvia.- El día de la independencia está siendo más presente-aru.
-¿Día de la independencia?-Susurró Tsukki confundida.
Supuse que no entendía de que hablaba, era un término que Gin-chan, Patsuan y yo habíamos creado ya que decir temporada de lluvia nos baja el ánimo terriblemente. Decidí ignorar su cuestionamiento dirigiendo mi mirada a Gin-chan, quien me dedicó una media sonrisa para contestar.
-Está bien, acompaña a Mamá.- Se recostó en el lugar donde permanecía mientras cerraba sus ojos.
-¿Mamá?- Gritó Tsukki apenada, lanzándole un Kunai en el culo.
-¡No maltrates el lugar sagrado de Papá!-Le gritó, tratando de sacar el Kunai delicadamente de su trasero.
Gin-chan seguía gritando de dolor mientras que Tsukki lo golpeaba en el lugar donde hace poco descansaba el Kunai que le había lanzado. Patsuan mientras tanto, colocó su vaso en la mesa para dirigirse a mi lado.
-¿Segura que estarás bien?
-Sí-aru.
Suspiró un poco para después estirar uno de sus brazos, entregándome la cámara de la mañana.
-¿Me podrías hacer el favor de imprimir las fotos y dárselas a Tsukuyo-san? Siento que se alegrará mucho por tenerlas en sus manos.
La agarré con cuidado ocultándola debajo de mi ropa para que no saliera afectada, yo asentí con la cabeza.
-¡Tsukki!- La llamé, haciendo que me prestará atención.- ¿Nos vamos-aru?
Dejó de golpear a Gin-chan para asentir y caminar detrás de mí, saliendo de la casa con el paraguas en mano.

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