Capítulo 1

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El Pasado

Una ángel albina de vestimenta blanca volaba con sus tres pares de alas por el firmamento celeste. Agitaba sus alas serena mientras observaba el paisaje de los bosques de su mundo: en ellos, predominaban tonos verdes que se combinaban con el azul verdoso de los lagos llenos de nenúfares. Ella visitaba esos lagos a menudo, ya que era la zona que tenía asignada.  A la serafín blanquecina le alegraba profundamente que su señor fuera tan comprensivo con ella; ya que desde muy pequeña, él se había fijado que le encantaba pasear por aquellos lagos y observar en silencio el calmo nadar de los peces; además, a ella no le gustaba estar rodeada de grandes multitudes de ángeles. Su señor en verdad era alguien muy observador y comprensivo con ella y con sus otras cuatro camaradas... 

- S-señora Reficul, el sol ya está en lo más alto - dijo un ángel de ojos verdes y dos pares de alas mientras volaba a la altura de Reficul.

Él es Alibe, el único y fiel subordinado de Reficul. Su señor se lo creó hace mucho tiempo, ya que ella, en general, no se le daba bien organizarse. De verdad que su señor era comprensivo, ¿ qué haría ella sin él ? 

- Hm - Reficul dejó de observar los bellos paisajes de su mundo y se quedó en suspensión, mirando a Alibe. Poco después levantó la cabeza y vio que lo que decía su fiel subordinado era cierto.

Entonces la serafín suspiró, ya que eso significaba que tenía que volver al pueblo. Y no era porque su turno de vigilancia hubiera terminado, de hecho, ella acostumbraba a vigilar los bosques hasta que el sol se hubiera ido por completo. Sin embargo, aquel día era una excepción. Había quedado con Luna y Mercury para dar un paseo. Ella no se veía muy convencida ante la idea de dejar su turno a medias; pero su señor fue comprensivo con ella y la dejó hacer medio turno por ese día. 

Así que Reficul volvió a mirar a Alibe y asintió.

- Es cierto, siento no haberme dado cuenta antes - con expresión seria, Reficul le hizo un gesto a Alibe indicando que la siguiera para ir de vuelta al pueblo.

- ¡ No se preocupe ! Usted no tiene que preocuparse por esas cosas, para eso estoy yo - Alibe sonreía mientras seguía a Reficul aleteando sus cuatro alas.

- Pero tengo que estar más atenta, a veces me sumerjo demasiado en mis pensamientos... - Reficul volaba con una velocidad moderada, pues no quería llegar tarde. 

- ¡ D-de verdad que no es un problema ! ¡ Siempre estaré aquí para usted ! - Alibe empezó a acelerar también su velocidad para no quedarse atrás.

Reficul esbozó una pequeña sonrisa que no llegó a captar Alibe, pues él estaba un poco más atrás. En cierta forma, la aliviaba tener un subordinado tan constante que siempre le recordara todos los quehaceres que a ella siempre se le olvidaban. Pero también se sentía mal consigo misma, ¡ se suponía que era una serafín ! Y los serafines son los ángeles más superiores que hay... Todas estas preocupaciones carcomían a menudo la cabeza de Reficul; sin embargo, ella siempre procuraba mantenerse seria, ya que no quería preocupar a sus compañeras... Y mucho menos a su señor.

Ambos siguieron volando por encima de los vivos bosques de su mundo hasta que llegaron al pueblo. Este último estaba lleno de ángeles felices que vivían su vida sin preocupaciones. El mundo en el que vivían era un sitio muy tranquilo y, desde que ella tenía uso de conciencia, no recordaba haber sufrido ninguna guerra... 

Serafín y querubín aterrizaron al lado de la fuente, la cual estaba situada en el centro del poblado. Los ángeles que pasaban por ahí no dudaron en hacer una reverencia a Reficul; esto era bastante normal en su mundo, pues su señor había ordenado hace años que en compensación a que los serafines protegían el mundo de cualquier ataque, ¿ qué menos que hacer una reverencia si sus habitantes se los encontraban ? 

Reficul no les dijo nada a aquellos ángeles, pero inclinó la cabeza en señal de que agradecía las reverencias. Sin embargo, Reficul siempre creyó que ella era la que menos merecía las reverencias. Pero tampoco iba a cuestionar las órdenes de su señor... 

- ¿ D-dónde se supone que están ? No las veo... - dijo Alibe mientras miraba a su alrededor.

- Es extraño que tarden... - dijo para sus adentros la ángel albina. 

- Q-quizá ha pasado algo...

- Hm... - Reficul, aunque no lo aparentara por su serio rostro, estaba preocupada por ellas. Las veces anteriores en las que había quedado con Luna y Mercury, ellas siempre fueron muy puntuales. ¿ Será cierto lo que dice su subordinado y quizá les haya pasado algo ? 

El presente 

- Me voy a dar un paseo - dice serena la Reina de los Demonios mientras abre la puerta de su casa.

- Está bien, Reficul~ Recuerda volver para la hora de la cena - dice su esposa al lado de ella mientras sonríe con los ojos cerrados.

- Volveré para a hora de la cena, no te preocupes -Reficul le da un corto beso en los labios a Sin y acaricia su pelo -. Dile también a Mors que me he ido a dar un paseo, no quiero que se preocupe por mí.

- Pues claro~ Tú no te preocupes - dice la serpiente mientras sigue sonriendo -.

Reficul sonríe levemente y sin decir nada más, sale de casa. Realmente no tiene que dar un paseo, lo que en realidad pasa es que ha escuchado que un diablo se ha propuesto invadir uno de los mundos más pacíficos que existen. Un mundo en el cual conviven ángeles y demonios; nunca lo ha visitado, pero a Reficul no le gusta que se cometan injusticias como éstas... Además, siempre es divertido molestar a cabezas huecas como él,  ¿ verdad ?

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⏰ Last updated: Sep 04, 2017 ⏰

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La historia de Reficul.Where stories live. Discover now