Damien Thorn el hijo de Satanás enamorado, gracioso no creen? Y lo más irónico de esto es que ese amor es por Pip Pirrup. Contrapartes.
Nadie es lo que parece
Nada resulta como uno quiere
De verdad planeaba quedarme en el parque la mayor parte del día, viendo que mi café estaba a punto de acabarse. Sentí una vibración al igual que ese tono de llamada que me encantaba.
Ví el nombre de contacto y desde allí comenzaron los 30 segundos más largos de mi vida ; si le contesto quizás pierda la poca dignidad que me queda y si no lo hago quizás lo pierda para siempre. En este momento no tengo nada claro , me decidí como en aquella pelicula que vi sobre dos chicos en una escena parecida a esta.
Contesté, mi dignidad pende de un hilo justo ahora.
-Tweek?! -
-Que? - suspiré
-Dónde estás?! - escucho como jadea.
- En el parque - de verdad me parecía raro, quizás alguien lo seguía y me buscaba por ayuda - Por qué? - traté de sonar desinteresado.
-Cállate y no te muevas - OK, eso sí me dio miedo.
Con eso último mis paranoias comenzaban a formarse en mi cabeza; quizá lo perseguían, tal vez se sentía mal. Otra razón podría ser que le pasó algo muy malo o a su familia no, no Craig él no se merece sufrir.
-Tweek! - escuché dos voces, el mismo tono pero diferente dirección. Por la bocina del teléfono al igual que a mí alrededor; divisé a alguien que venía corriendo hacia mí como si el mismo demonio lo viniese buscando.
No sabía que contestar, quizás alguien más me habló y confundiria a quien sea que viene corriendo.
- Tweek! - reconocí de inmediato ese tono nasal ;Craig corría hacia mí con algo en las manos como si cargara a un niño.
-C-Craig? - se formó un gesto extraño en mi cara, estaba triste por mí, emocionado, esperanzado y feliz solo por verlo a distancia.
-Ah ahg Tweek - llegó demasiado cansado entregandome un ramo de rosas. Algunas estaban casi destruidas, a otras les faltaban pétalos, una o dos marchitas pero aún quedaba una gran cantidad de rosas en buen estado.
-Que haces C-Craig?- los tics una vez mas han vuelto. Tomé las rosas entre mis manos temblorosas ,tenia miedo lo admito. Miedo a sus ojos, a su respiración y a sus acciones ; a que rompa aún más mi corazón.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
-Tweek lo lamento, lamento no haberme dado cuenta de lo que estaba pasando conmigo, perdóname por favor ;te lo ruego. Hice muchas cosas mal y te descuidé-
Por una vez en mi vida sería yo quien me defendería de ser lastimado.
- No Craig, perdóname a mi por no saber que estaba pasando contigo - me levanté de la banca y recosté tan hermosas rosas en ella - puedo amarte más que a mi vida, pero quisiera tratar de vivir feliz aun que no te tenga - acaricié su cabeza y di medía vuelta.
-Tweek! Que haces? -
-Trato de que no me duela tanto, si? - caminaba lento aún. No estaba completamente seguro de lo que estaba haciendo ni el por que.
-Idiota! - tomó mi mano; estaba perdido en una gran duda sobre si seguir lo que tanto quería o asegurar un alivio a futuro - No me dejes, eres lo único que me importa - escuché eso y rompí en llanto, no me dignaba a dirijirle la mirada, no debía demostrar que me dolió tanto.
- El que me había dejado de lado fuiste tú Craig! - me voltee rápidamente, tomé sus manos y ese calor me convenció, despejó toda duda.
No valía la pena enojarme y dejar todo lo que hemos hecho juntos por idioteces, vino hasta aquí para rograme por perdón por no ponerme atención.
- Escuchame Tweek, sabes que soy un completo idiota bueno para nada; no haga bien las cosas y soy malo inclusive en lo que tanto amo y si no me crees solo mírame pidiendo... No, rogando por tu perdón por que no supe separar la amistad o un amor pasado de lo que realmente me importa. Quizá te estoy aburriendo y ya no te importe pero te amo - decia todo esto mientras lloraba arrodillado en el suelo, la gente se asustaba por un segundo pensando que había una pelea pero al ver las rosas entienden la situación y nos dan la privacidad que se puede en un parque. - de verdad, te pido que al menos no termines odiandome ;no podría con eso -
Me agaché a su altura, su postura encorvada, ojos rojos y su rostro pálido con esas quemaduras que dejan las lágrimas cuando estás llorando. Sabía que no era solo un juego o un arrepentimiento momentáneo, tenía la seguridad de que él estaría para siempre a mi lado al igual que yo.
-C-Craig - lo abracé torpemente - no me dejes de querer nunca -
Lloró sobre mi hombro un rato hasta que se calmó, nunca lo había visto tan débil, expuesto a alguien. Su lado más lamentable me lo mostraba a mí ;esas cosas son las que me enamoraban cada día.
- Sabes, aún si no hubieses venido hasta acá seguiría queriéndote solo que de lejos - acaricié sus mejillas - Levántate, vamos a mi casa -
××××××××××××××××××××××××××××
Al llegar lo ayude a sentarse en el sofá, aún faltaban unas horas para que la cafetería cerrara n tenía tiempo libre para estar con él y calmarlo.
Abrí el refrigerador y saqué leche, la calenté en la estufa;tomé dos cucharadas de cocoa y la disolví. Vi como dos cosas diferentes se mezclaban perfectamente y daban un resultado tan deseable.
-Toma - entregué la taza a ese chico de ojos rojos, ojeroso.
Me veía con n unos ojos como de cachorro.
- Tomatelo ya - me obedeció y sonreí de lado, tan vulnerable.
Lo bebio demasiado rapido,casi se ahoga, se había resfriado por tanto movimiento que había ocurrido ;se escuchaban Su intentos de evitar escurrir sus mocos.
Me senté a su lado y lo recosté en mis piernas, acaricié lentamente su cuero cabelludo y me veía, se sentí que aún me pedía perdón.