7

4.2K 170 1
                                    

No puedes tú sola

Después de lo ocurrido, me fui directa al coche que Dom me prestó y me fui de allí sin ni siquiera darles tiempo a preguntar nada. Eché por un atajo, así llegaría antes y no me perseguirían. Ya gané una carrera, no pasa nada no competir en la otra.

Ahora estoy en mi balcón, sentada en lo alto de la baranda y con la espalda apontocada a la pared. Y consumiendo mi cigarro. Escucho unos motores. Ya llegaron.

-¡Amelia!- escucho el grito de Brian.

Yo solo le doy otra calada al cigarro. Escucho mi puerta abrirse y cerrarse, al poco tiempo aparece Mia.

-¿Qué pasó allá?- me encojo de hombros.

-Nada, es solo que no me apetecía estar más rato- tiro la colilla al mar.

-No lo digo por irte, lo digo por aquel tío- mis músculos se tensan -te cogió del cuello y luego te tiró al suelo.

-¿Se lo has dicho a alguien?- mi vista sigue mirando al frente.

-No, pensé que era mejor que lo dijeras tú- suspiro echando mi cabeza atrás.

-Solo es un ex, que le ha sentado mal que lo dejara- me encojo de hombros -no es nada Mia.

-Amelia, si te metiste en un problema, sabes que puedes contar con nosotros ¿no?- asiento.

-No es nada Mia, de verdad- me bajo de la baranda.

-Si necesitas ayuda, pídela. No puedes tú sola- asiento.

Mia me da un abrazo, lo respondo.

-Y ahora descansa- dice ella para entrar e irse de mi habitación.

Suspiro volviendo mi vista al mar. Buscaré un trabajo, así al menos estaré ocupada y veré menos a Dom. Cierro mi ojos.

Esto no va a ser nada fácil.

(AL DÍA SIGUIENTE)

Me visto con los vaqueros negros y una blusa negra algo ancha, mis Vans blancas con líneas negras y el pelo suelto y echado a un lado.

Me visto con los vaqueros negros y una blusa negra algo ancha, mis Vans blancas con líneas negras y el pelo suelto y echado a un lado

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Salgo de mi habitación, dispuesta a irme antes de que nadie me vea. No quiero dar más explicaciones de lo ocurrido ayer. Bajo las escaleras, con la intención de ir a tomarme un vaso de leche a secas aunque sea. Me paro de golpe al verle sentado en el taburete. Aprovecho que no me ha visto, giro sobre mis talones y salgo fuera lo más rápido que puedo. Suspiro. Ahora tendré que caminar un poco.

...

Ahora estoy, en la otra punta de donde está mi casa. Estoy sentada delante de la dueña de un bar, por lo visto sus hijos se casaron y se fueron de aquí y ahora ella necesita ayuda con su bar. No me molestaría andar casi una hora para llegar aquí, pero desde luego en un semana ya no sería persona.

-Me gusta lo que dice este papel de ti- dice la mujer -eres lista, amable, servicial y sabes bastante de tecnología. Si se avería un horno o algo podrías ayudarme a repararlo.

Le sonrío. La mujer lee un poco más.

-Tú apellido me suena, ¿has estado aquí antes?- niego.

-Solo estuve una vez, pero no creo porque no me vio apenas nadie- ella sonríe.

-Bueno, estás contratada. No puedo pagarte más de veinte pesos al día- wow, ¿y no puede pagarme más? Si con una semana de trabajo tengo para vivir.

Sin casa, pero para vivir.

-Está bien así, ¿cuando empiezo?- la señora mira el reloj de su muñeca.

-Empieza ahora y hasta las diez de la noche, después vendrá Cassandra a ocupar el turno de noche- me levanto de la silla, me señala una habitación -allí está el servicio de empleados, tienes una taquilla para que guardes tus cosas y tu uniforme. Espero que trabajes duro.

Le sonrío para ir al servicio. Abro la puerta y entro.

-Wow- digo al ver.

La sala es bastante grande, desde luego hay espacio como para que duerman tres personas y con espacio de sobra. Hay un sofá de piel en el centro con una mesita pequeña dónde hay vasos y una máquina de café. A mi izquierda hay dos taquillas como las de los institutos, y a mi derecha un dos armarios de una puerta cada uno. Ahí supongo está mi uniforme. Abro el armario para ver cómo es el traje, es un vestido típico de camareras de color rosa pastel. Me quito la ropa y la dejo en una taquilla, junto con mis tenis. Cierro con una combinación y me visto con el uniforme. El vestido me queda bien, eso no se puede negar. Me hago un moño y me coloco el aro de tela blanca alrededor para que se mantenga en su sitio el moño, y me coloco los tacones rosas y salgo fuera.

-Eres una preciosidad- sonrío tiernamente -anda, ve a la barra y atiende también en las mesas. Yo estaré en la cocina.

Asiento para colocarme detrás de la barra. Más o menos sé donde está cada cosa, este establecimiento se parece mucho a otro en el que trabajé.

En fin, manos a la obra.

The Fate of the Furious {Terminada}Where stories live. Discover now