Epílogo

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Un año después

—¿Seguro que puedes caminar sola?—pregunta Alan sosteniéndome de un brazo con una fuerza sobre humana.

—¿Quieres que te lleve el bolso?—ahora cuestiona Halsey quitándomelo del brazo.

—¡Ten cuidado con ese peldaño!—exclama Alex más asustado que yo.

—Estoy embarazada, pero tampoco es como si me fuera a morir—ruedo los ojos agarrando el bolso de nuevo—Sois unos exagerados.

—Tienes que ir con cuidado, no queremos que os pase nada—me interrumpe Alan intentando calmarme.

Alan se había recuperado de la bala que había recibido en un hombro pero le costaba hacer algunas cosas. La semana que estuvimos en el hospital por Alan sentí como el vomito quería salir de mí. Nosotros habíamos usado protección. Nosotros estábamos seguros y cuando preguntamos a los médicos dijeron que los preservativos a veces podían "dañarse". A cambio yo tengo una panza como la de un oso y una niña hermosa en camino.

—Abre la puerta—ordena Alan a Alex mientras subíamos los peldaños de la mansión.

—Pensé que tú llevabas las llaves—Alex mira sus bolsillos asegurándose de que no las tiene.

—Yo te las di a ti—dice Alan confiado.

—¡Me las diste a mí!—se indigna Halsey sin poder creer la confusión—Ahora tengo cara de hombre—se abre paso hasta encajar la llave sobre la cerradura.

—Yo esperaré a Axen aquí—avisa Alex sentándose en el borde de las escaleras.

Alex había empezado a verse con Axen. La pareja A. Mi primera impresión fue preguntarle si estaba de broma, pero no. Alex hablaba muy en serio al igual que Axen cuando vino a presentarse como el novio oficial de Alex. Al parecer le gusta experimentar y ahora es bisexual. No termino de fiarme pero se les ve felices, lo admito. Alan sí que no lo aguanta. Como perros y gatos.

Entramos en la mansión de los padres de Alan. En la que habíamos estado viviendo desde ese día. Henri es el que lleva todo, sin embargo, Alan es muy responsable con las cosas de la herencia. Recuerdo el momento como si fuera ayer. Vi como se llevaban a la persona en la que confiaba. La persona que nos traicionó. Cuando creíamos que la esperanza estaba perdida aparecieron Halsey y Alex. Bendito móvil y bendita Halsey con su aplicación acosadora para encontrar a las personas.
Nos salvaron la vida aunque no a todos.

Todas las semanas visitamos a Hudson quien requería de un cuidado especial. Cada semana es lo mismo. Llegamos a ese lugar para escuchar las mismas palabras. Aún mantengo esa fe en que Hudson se recupere, pero no muestra mejoras. Amenaza a cada uno de nosotros sin compasión. Me duele. Me duele que me mire de esa manera en la que miras a la persona que te rompió. Me duele que mire con asco mi vientre. Me duele que no lo entienda y no pida perdón. Alan no quería ir. Alan no tenía esa fe en que se recuperaría. Él lo odiaba, pero entendió que él era su hermano. Él comprendía el deber que tenía.

—Deja la compra por ahí—señalo a ningún lugar en especial restándole importancia.

—Llegáis tarde—Henri baja por las escaleras dando toques a su reloj.

Habíamos planeado una cena para hablar con Axen y hacer "buenas migas".

Henri permaneció fuerte cuando ninguno de nosotros lo era. Henri se hizo y sigue haciéndose cargo de todo. Al principio no aceptaba al bebé, pero se fue acostumbrando. Yo soy una persona en contra del aborto. Todo niño merece unos padres y el amor de ellos.

ALAN © Where stories live. Discover now