Capítulo 1

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En una fría tarde de invierno en un pequeño vecindario de California se encontraban dos jóvenes oficiales de policía; ambos fuertes y apuestos, pero sumamente distintos.
Por un lado se encontraba el oficial Hetfield, un hombre decidido y con un carácter dominante, alto y con una larga melena rubia y un par de masculinos ojos celestes.
Y por otro lado se encontraba el oficial Newsted, el chico nuevo en la corporación. Newsted era un muchacho medio tímido, con lindos ojos de un color azul indescifrable y una larga cabellera castaña y rizada que adornaba la expresión de inocencia ya común en su tierno rostro.
La calle parecía estar abandonada; no había ruido, no había movimiento, así que decidieron estacionarse en la esquina detrás de un gran árbol, ya que, según ellos, eso era suficiente para evitar ser descubiertos.

-¿Cuánto tiempo más tenemos que esperar aquí? -preguntó el castaño con algo de desánimo.

-Lo necesario -respondió el rubio con tono autoritario sin despegar la mirada de en frente-. Este tipo es el principal sospechoso y no voy a dejar que lastime a alguien más.

Newsted se limitó a mirar por la ventana tratando de perder el tiempo, llevaban ahí más de dos horas y no había ocurrido nada interesante. El lugar no era agradable a la vista pero se encontraba más tranquilo que un cementerio.
Todo ocurría con normalidad hasta que observaron a un hombre salir de una desarreglada casa que se encontraba en el centro de la cuadra, a unos cuantos metros de donde estaban estacionados.

-¡Ahí está!

-¿L-lo seguimos?

-Obviamente, Newsted -soltó James con un tono de obviedad y le dedicó una mirada de enfado-. Si no lo atrapamos seguirá haciendo de las suyas. Estoy casi seguro de que este es el mal nacido que buscamos -dijo con tono enérgico, mientras se bajaba rápidamente del auto y el otro lo siguió.

Caminaron lentamente detrás del hombre, ya se había hecho de noche y estaba oscuro, pero aún así pudieron darse cuenta de que estaba completamente ebrio.
Cuando estaban lo suficientemente cerca, sacaron sus armas y le apuntaron para poder arrestarlo.

-Las manos en alto -ordenó Hetfield con firmeza.

Mientras el hombre se daba la vuelta, por instinto levantó la mano derecha donde tenía un objeto sospechoso, lo que provocó que el oficial Newsted se alarmara y terminara dándole un golpe en la cabeza con su arma para detenerlo, causando que el pobre hombre cayera al suelo desmayado.

-Muy bien, chico, ahora está inconsciente -expresó Hetfield con un poco de preocupación, mientras se acercaba a tomarle el pulso.

Killing Is My Business...Where stories live. Discover now