¡Gripe!

Capitulo I

Severus Snape tenia gripe estomacal. No eran noticias de primera plana. Demonios, ni siquiera fue el primero de la escuela en padecerlo. Ya había reclamado a otros seis a juzgar por las camas ocupadas en la enfermería. No hubo gran escándalo, ni gran misterio en cuanto a cómo había ocurrido. Debería haber pasado sin incidentes, tal vez una semana en la cama y estaría bien. Pero no, esto fue Hogwarts. Una escuela para idiotas, chismosos y francamente gente con demasiado tiempo libre en sus vidas.

Durante la cena un idiota había anunciado que estaba atrapado en la enfermería vomitando sus entrañas. Por que había sentido la necesidad de decirlo, Severus no podía empezar a comprender. Por su puesto, pocas personas se habían preocupado, al menos al principio. La mayoría supuso que era Potter y su pandilla haciendo sus trucos habituales en él, y los alumnos respondieron de la manera habitual. Una sacudida de cabeza, tal vez una ligera burla y luego no lo pensarían más.

Esta vez sin embargo, bien esta vez era diferente. En los periódicos de esa mañana había un articula sobre el reciente nacimiento de un niño hijo de dos de las familias de magos más influyentes de Europa. Ahora eso no era muy importante para los adolescente. Sólo que este nacimiento había sido entre dos hombres lo que lo hizo interesante. Por su puesto que no era tanto porque se trataba de hombres estando casados, era sobre el embarazo masculino que casi no se hablaba, que provoco el interés.

Severus nunca había visto el atractivo de eso, ¿ Porque en la tierra alguien pasaría por todo ese martirio del embarazo, para terminar con una criatura que se quejaba, lloraba, exigiendo toda la atención de uno y no devolviendo nada a cambió? ¿ Por amor ? Si claro, como si el creyera en eso. De alguna necesidad biológica de mantener la línea familiar, bien podría creer eso. A menos que la linea fuera de Potter o Black. Merlín sabe que sus lineas familiares bien podrían detenerse con ellos.

De todos modos, con el tema del embarazo masculino siendo la elección popular para platicar, los problemas de Severus pronto comenzaron. El mismo idiota que había anunciado a todo el mundo que lo había visto vomitando sus entrañas en la enfermería, había leído ese artículo aquella misma mañana. Y como no tenia cerebro para filtrar lo que sale de su boca, o eso creía Severus, el chico se había preguntado en voz alta si no había una posibilidad de que Severus estuviera embarazado.

Por lo general los estudiantes se hubieran reído de de él. Todo el mundo asumió que Severus era virgen, ¿ Quien querría tocar al flacucho grasiento ? Sólo que en la última semana había surgido otro escándalo. Uno en el que todos aprendieron que a Severus le gustaban los chicos, aunque afortunadamente no vieron a nadie desnudó. Todo el mundo estaba agradecido por eso, aunque algunos también estaban curiosos.

Tras el escándalo y teniendo en cuenta el informe de testigos oculares de que Severus estaba de echó en la enfermería, naturalmente la gente comenzó a hablar. Eso en si no era ningún problema, la gente siempre hablaba de él. Sinceramente, la idea misma de que estaba embarazado era absolutamente absurda y esperaba que todos volvieran rápidamente a sus sentidos. Sólo que... bueno, Severus tenia un secreto.

Cuando descubrió que le gustaban los chicos él ya lo sabía desde hace dos años, no es que no hubiera amado a Lily. Simplemente no se sentía atraído por ella de esa manera, ella era todo lo que quería en una relación, el amor, la seguridad, la comodidad, todo lo seguro. Ella simplemente no tenia las partes adecuadas para sus gustos.

Había descubierto que le gustaba los chicos después de estar con un chico en su calle. No era muy guapo pero le presto atención a Severus para que se sintiera especial por primera vez en su vida. Al menos hasta que lo había encontrado con las bolas profundamente en una muchacha que era bien conocida por ser un poco puta. Afortunadamente no lo habían visto y aun mejor Severus nunca le había hecho nada más que darle la mano. Pero eso no le había impedido maldecir al hijo de puta. Con una poción cuidadosamente elaborada que había disfrazado en una botella de cerveza. La siguiente vez que él muchacho lo había venido a buscar fue la última. Algo sobre ampollas y quien sabe que más.