Aguas termales (BoruSara)

Resiste, Estoy aquí

-Bien es hora de llevarla con Kurozawa sama, pero antes...-. Dijo Vlad, este levantó su mano y le estaba a punto de dar un golpe a Sarada cuando una cadena lo detuvo.

-eres un idiota impulsivo-. Le dijo Midori, deteniendo su mano con una de sus cadenas.

-¿Qué rayos te pasa? Ella se lo busco-. Le gruño Vlad

-Entiende la necesitamos consiente, ya habrá tiempo de torturas.

Y en efecto a la joven Uchiha le tocaría sufrir por sus palabras y por esa promesa que hizo al anciano de proteger la flor.

-Bueno en marcha-. Dijo la chica con las cadenas y pronto los 3 ninjas se dirigieron al interior de las minas.

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Boruto que se encontraba corriendo a gran velocidad, se percataba que Sarada estaba en un peligro mayor con cada momento que pasaba, la flor en su mano no dejaba de brillar cada vez más fuerte. No quería ni imaginar que le podría estar pasando a su querida Uchiha.

En cuestión de minutos logró llegar de nuevo a las minas.

Activo su jogan para tratar de localizar a Sarada.

-Vamos Sarada, ¿donde estas?-. Miro Boruto por todos lados.

-BINGO-. La localizó en el fondo de las minas, pudo distinguir fácilmente su chakra, aunque noto que algo fluctuaba diferente.

-Ya investigaré eso después, lo importante ahora es rescatar a Sarada-. Se dijo a sí mismo y se dispuso a descender por las minas.

A diferencia de la primera vez que entro, esta vez le tocó (al igual que a Sarada) pelear con algunos enemigos de bajo rango. Ya era un hecho que no era una infiltración secreta, pero eso no le importaba, estaba dispuesto a acabar con quien sea para rescatar a su amada.

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-bien ya te diste cuenta que es mejor que hables de una vez princesa-. Le dijo en tono de burla Vlad a Sarada que estaba amarrada a una silla llena de cortadas y diversos golpes.

-aaa... primero muerta antes de entregartela...-. Jadeo apenas la Uchiha por los múltiples golpes que tenía.

-Mira princesa, ya sabemos que esta en este pergamino la flor, solo libera el sello y danosla, tarde o temprano lo descubriremos y no queremos que tu muerte sea en vano.-  le hablo ahora la chica felina

-primero muerta...Antes de entregársela a unos...matones. ..Cómo ustedes-. Les contesto Sarada y les escupió al final Cómo seña de que no les tenía ni un poco de miedo

-insolente, ya verás...-. Vlad tomó de una mesa un objeto que parecía ser una especie de barra y accionó un botón que le hizo sacar una chispa de electricidad que se dirigió directo a la Uchiha

-¡AAAHHH!- grito Sarada por el tremendo dolor que le hizo sentir ese golpe. Ella resistía muy bien los golpes del estilo de rayo, pero antes de que empezara la tortura, la chica le aplicó un sello en el cual alteraba la sensibilidad de quien lo portará, haciendo que el más fino rose de una hoja le hiciera sentir un enorme dolor.

-¿ya vas a hablar?-. Le pregunto el hombre de nuevo.

-aaaaggh... ¿ya vas... A dejar de ser un ...maldito perro faldero. ..?-. Le respondió la Uchiha entre jadeos

-parece que no aprendes-. Esta vez hizo una chispa de mayor potencia y no la detuvo en un buen rato

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-¡aaaaaaaah! -.

-Sarada...-.

Boruto escucho el fuerte grito de la joven Uchiha, y entro en pánico, ya estaba cerca de ella, pero sus gritos le destrozaban el alma y a su vez lo llenaban de una irá incontrolable, que en cuanto encontrará a los culpables les haría pagar caro haberse atrevido de poner un debo sobre Sarada.