Capítulo 6: mis rollos

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No es que este loca, pero mis rollos tienen vida propia... lo se lo se suena descabellado, pero es cierto y se que los de ustedes igual. Porque no me pueden negar que sus rollos siempre tienen que comerse las playeras ,sweaters, sudadera o lo que traigan puesto en su parte superior del cuerpo y si no les pasa o no me entienden pues les cuento; te sientas y de repente miras tu ropa y esta metida entre medio de cada rollo y tu dignidad se va al suelo cuando alguien te ve tironeandote la ropa, es como el ... típico de gorda. Porque no me pueden negar que se tienen que tirar la ropa para que no se les marquen los malditos rollos y por eso para evitar estos imprevistos las mujeres tomamos un cojín y lo colocamos sobre la barriga, porque es una manera de sentirse segura y cómoda.
Lo otro que hacen mis rollos es moverse y se que van a decir, estupida como no se van a mover si caminas, pero a lo que me refiero es que no puedo sacudirme o hacer tiritón porque ahí es cuando parece que mis rollos están teniendo un ataque epiléptico o están teniendo un terremoto interno, porque ni la jalea se mueve tanto como se mueven ellos, si parece que estuvieran haciendo chocale cada 1 segundo y realmente en esto no exagero. Si estoy pensando seriamente en patentar un paso con mis rollos porque de que son únicos, son únicos.
Siguiendo con las realidades de mis rollos es que cuando me quiero hacer la flaca, ya sea para una foto o para verme mas sirenita, me pasa que por mas que entre el estomago y casi que deje de respirar... los rollos siempre vuelven, porque no se ocultan por completo, siempre queda piel suelta y por mas que me los aprieto con camisetas reductoras, fajas o vendas, siempre pero siempre... el rollo vuelve.
Otras de las aventuras que tenego que vivir dia a dia, algo asi como las aventuras de mis rollos es que no puedo ocupar todo tipo de ropa, porque esta tela elasticada que  se pega al cuerpo... OLVIDALO! Se marca cada gramo, milimetro y pedazo de piel. Asi que ahi me visto tipo monja, con carpas grandes y largas y de preferecia negro, porque el negro fue echo para que una gorda como yo pueda ser feliz y verse un poquito mas flaca.

Lo que callamos las gordasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora