sin conocerte

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-Mujer de 25 años, ha sufrido un accidente de coche. Se encuentra inconsciente y tiene el pulso muy débil. Posible rotura de hígado y bazo, ha perdido mucha sangre - decía el técnico de emergencia empujando la camilla junto con otros dos chicos que transportaba a esa mujer de cabellos castaños

Para lauren este era su trabajo, su pasión y su vida. Ella había estudiado medicina en la universidad de Nueva York y al poco de acabar la carrera por sus notas le habían ofrecido una plaza de dos años de médico residente en el hospital de Los Ángeles. Sin dudarlo viajó a esa ciudad, nada le ataba a Nueva York, no tenía pareja y sus padres vivían en chile donde se había criado. Podía decirse que era una mujer independiente no necesitaba a nadie a su lado, ella sabía lo que quería, y eso era ser una gran doctora.

A sus 26 años ya llevaba un año trabajando en ese hospital y lo tenía muy claro quería conseguir una plaza fija ahí, algo que sería bastante complicado, por eso se esforzaba a cada instante, en cada paciente. Nunca se rendía. Se sentía a gusto en esa ciudad y le encantaba trabajar en el hospital. Su vida amorosa no había cambiado mucho en ese último año, sus relaciones no duraban más de una semana pero tener novia no era su prioridad en ese momento, su abuela siempre le decía que las cosas buenas siempre tardan en llegar ella solo esperaba a la persona indicada para enamorarse.

-Lauren vamos!- gritó un hombre de unos cincuenta años siguiendo a los chicos de la ambulancia hasta el box, este era su médico adjunto quien le enseñaba los procedimientos y quien supervisaba todo lo que hacía. Era un hombre muy exigente que siempre le pedía el cien por cien, no toleraba los fallos.

Dulce dejó los expedientes que estaba llevando para seguir al hombre mayor, se llamaba Aitor Sala, pero todo el mundo le llamaba por su apellido.

Al entrar al box se quedó petrificada, no se había fijado en la mujer que había sufrido el accidente pero lauren estaba impresionada por su belleza, cabello largo y castaño y una piel morena, nunca se había sentido así por tan solo mirar a una mujer.

-Dos ampollas de adrenalina- ordenó Sala a una de las enfermeras- Joder no responde la estamos perdiendo! Jauregui muévete de una vez y empieza hacerle la reanimación- gritó intentando cortar la hemorragia del abdomen, sin mirar a la pelirroja.

Lauren reaccionó al escuchar cómo le gritaba, algo en su interior le decía que no debía dejar de luchar por salvarle la vida a esta chica. Acto seguido empezó hacerle la reanimación poniendo sus manos sobre el pecho y presionando haciéndole un masaje, pero no estaba sirviendo de nada llevaba algo menos de cinco minutos y el monitor seguía plano.

-Carga a doscientos-dijo el médico, cuando tubo las palas cargadas gritó- Fuera!- lauren se hizo a un lado. La descarga no sirvió para nada, el monitor seguía sin mostrar signos de vida.

-Otra vez! Fuera!- volvió a ordenar el doctor Sala, pero los resultados eran los mismos- Hora de la...- no pudo acabar la frase cuando alguien le interrumpió

-No, no está muerta- dijo lauren volviéndole hacer el masaje- Carga a 220!- gritó sin ningún momento dejar de presionar sus manos contra el pecho de la mujer. La debía salvar, no sabía por qué pero su corazón era el que actuaba.

- Lauren no...- intentó convencerla

-Joder Sala! Haz lo que te he dicho!-

El hombre no dijo nada más, volvió a cargar el desfibrilador.

-Fuera!-

Cuando soltó la descarga en el monitor apareció un signo de vida, tenía latido. Lauren al ver cómo había conseguido latido, dejo escapar un suspiro de su boca intentando relajarse, lo había conseguido.



-Hay latido! Rápido al quirófano- Sala ordenó.

Todos los presentes empezaron a moverse a más velocidad, las enfermeras empezaron a trasladar la camilla hacia el quirófano, detrás iba el doctor Sala. La pelinegra lo seguía quería entrar ella también al quirófano.

- Lauren creo que será mejor que no entres al quirófano-

-Por qué?- preguntó sin entender

-No sé qué ha pasado en el box, has desobedecido una orden mía aunque me alegra de que lo hayas hecho, has sido tú quien ha salvado esta chica, pero creo que lo estás tomando como algo personal-

-Pero si no la conozco, por favor déjame entrar Aitor- suplicó la chica.

-Vete a casa Lauren, descansa un poco ha sido un turno muy largo- contestó entrando a la sala para prepararse para operar.

La pelinegra quería poder entrar al quirófano, necesitaba saber si todo iba bien. Se sentó en el banco que había cerca. Sentía que no se podía ir sin saber si estaba bien, si todo había salido correctamente, era un proceso complicado pero ahora ella no podía hacer nada solo esperar.

Las horas pasaban pero del quirófano no salía nadie, ya no podía estar sentada así que decidió ir a buscar un café para despejar sus ideas y tranquilizar esos nervios que estaban a flor de piel, aunque odiaba el café de la máquina del hospital era asqueroso pero ahora mismo lauren lo necesitaba.

Al volver por el pasillo pudo ver como Sala salía de por las puertas del quirófano, tiró el poco café que le quedaba a la basura y apresuro el paso hasta llegar hasta él.

-Aun no te has ido lauren? Creo que eres la única persona que después de que le digan que se puede ir y que tiene el día libre se queda en el hospital-

-Cómo ha ido?- preguntó ignorando lo que le había dicho.

-Bien, mejor de lo que pensaba. La llevaremos a la UCI por si hay problemas y cuando despierte podremos hacerle más pruebas a ver cómo responde al tratamiento- dijo quitándose la bata que llevaba para operar- Porque tanto interés por este paciente?- preguntó directamente sin irse por las ramas.

-No lo sé, pero hay algo que me hace hacer todo esto...- dijo sin saber muy bien que contestar.

Antes de que Aitor pudiera decirle algo una enfermera llego con unos papeles que debía firmar, después de firmarlos la enfermera se fue por el pasillo dejándolos otra vez a solas.

-Ya que tantas ganas tienes de quedarte en el hospital, vas a redactar tú el informe y lo quiero para mañana. Toma aquí lo tienes todo- dijo dándole la carpeta que anteriormente le había dado la enfermera- Que yo me voy a mi casa con mi mujer- contestó caminando.

Lauren se quedó mirando un segundo la carpeta que tenía un sus manos para después abrirla y ver el nombre de la chica.

-Camila Cabello...-

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Hola soy karurockstar y les traigo esta hermosa historia NO es mia la ley en un foro de univision de portiñon anahi y dulce y la traspase a camren es muy linda esta historia bueno repito esta historia no es mia todos los derechos a su creadora

Solo Tu (Camren)Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt