11 | Jugando a Casa

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Nico

"¿Está contigo?" Andrés pregunta en cuanto contesto el teléfono, con voz preocupada.

"Sí, está aquí," contesto calmadamente.

"¿Puedo hablar con ella?" pregunta amablemente, y me pone sospechoso. Nunca ha sido amable conmigo antes.

"No quiere hablar contigo. Está muy molesta."

"¿La puedes traer de regreso entonces? Iría por ella, pero estoy seguro que no vendría conmigo voluntariamente."

"Se quiere quedar aquí. La llevaré a la universidad mañana. Puedes hablar con ella entonces."

"¿Estás demente, Durant? De ninguna manera."

"Creo que no te toca decidir eso. Es lo que ella quiere."

Él suspira fuertemente por el teléfono. "Mira hombre, ya no sé qué hacer."

¿Realmente me está pidiendo consejos?

"Bueno, podrías empezar por tener una conversación con ella cuando te lo pide. Además, no dejes a un idiota con el que no quiere hablar entrar a tu apartamento."

"¿Te dijo eso?"

"Sí. Me dijo lo que le hizo también. Fue muy jodido de tu parte dejarlo entrar."

"No sé de qué estás hablando, pero él es su ex novio. ¿Por qué no lo dejaría entrar?"

"No me importa quién diablos sea. Lastimó a Olivia, así que no lo dejes entrar la próxima vez. Deberías estar pateando su culo por lo que le hizo."

"¿De qué estás hablando, Durant? ¿Crees que sabes mejor que yo?"

"No es mi lugar decirte. Sólo habla con ella mañana. Prometo que la cuidaré."

"¿Así que ahora no soy suficiente bueno para cuidarla pero tú sí?" dice enojado.

"Sé lo suficiente para no tomar decisiones por ella."

No responde por un tiempo y la línea se vuelve silenciosa. "Más vale que duerma en su propio cuarto o patearé tu culo mañana," dice eventualmente.

"Está bien," digo torciendo los ojos.

"Jódete, Durant."

Estoy por responder cuando me doy cuenta que colgó. Bueno, al menos es una mejoría desde esta mañana.

Me dirijo hacia la cocina y agarro una compresa fría del congelador para la muñeca de Olivia. También recojo su bolsa en el camino de vuelta a mi habitación.

Todavía estoy en shock que está aquí. Que sólo se apareció en mi puerta como lo hizo. En todo el tiempo que salí con Ana, creo que nunca hizo eso. Yo era él que siempre iba a ella. Sí, sus padres eran estrictos en aquel entonces, pero no recuerdo ni una vez que viniera a mi casa sin previo anuncio sólo porque me quería ver.

La mirada en la cara de Olivia al abrirle la puerta me dejó sin aliento. Ella me quería ver. Estaba emocionada de verme. Quería que la abrazara y estar conmigo. Si alguna vez necesitaba alguna confirmación, fue en ese momento.

Cuando regreso a mi habitación, su cara se ilumina de la misma manera que antes. Casi es demasiado para manejar. Ella sonríe con aprecio mientras le entrego la compresa.

"Bueno, tengo buenas y malas noticias," le digo, sentándome junto a ella en mi cama.

"Las malas primero," responde enseguida.

"Hay una probabilidad definitiva que tu hermano me va a patear el culo mañana."

"¿Eso significa que me puedo quedar? ¿Esas son las buenas noticias?" pregunta emocionada.

Amando A OliviaWhere stories live. Discover now