Parte 2

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Después de todo, así terminamos, yo aquí y tú... tú en el otro mundo, esperando mi llegada que quizás sea hoy o mañana o en muchos años...
Nunca se sabe cuándo ni dónde morirás pero ya no le temo a la muerte si eso me acerca a ti.

Nunca imaginé que te atreverías a irte tan pronto. ¿Dónde quedaron tus promesas de estar juntos para siempre?, ¿Dónde quedaron?
Se suponía que nada nos separaría, se suponía que tú no me dejarías, se suponía que lucharías a mi lado para estar allí hasta el final de los tiempos.

Pero...

El mundo es cruel e implacable. Te arrancó de mi lado, te hizo romper tus promesas, me hizo a mí extrañarte a diario, tenerte sólo en sueños, acariciarte nada más que los recuerdos.

Nuestros hijos están creciendo bien, son muy parecidos a ti. Ellos aún te recuerdan, tiene la imagen de tu rostro en sus memorias, he cuidado que no se borre, ellos y tú merecen al menos tener ésa conexión. Pero eso no quita el hecho de que te extrañan y mucho. Somos sólo un pedazo de lo que dejaste atrás.

En días como éstos, particularmente soleados y llenos de flores me gusta salir a caminar y me encuentro siempre en el mismo lugar. Mis pies involuntariamente me llevan hasta el sitio donde nos besamos por primera vez, jamás olvidaré ése instante. Jamás olvidaré ninguno de nuestros momentos. Nunca creí que un beso pudiera ser así, me mostraste una gama de emociones que no experimenté con nadie y no lo haré jamás, después de ti te juro que no habrá nadie más, me dejaste sin alma y sin vida justo como estás tú. Me dejaste sin nada, me dejaste... ¿Por qué me dejaste?

No puedo evitar derramar una lágrima.

Es que... ¿Acaso nunca dejará de sangrar la herida que llevo en el alma? No logro dislumbrar un futuro sin ti. No alcanzo a salir de las aguas turbias manchadas de sangre en que vivimos, no soporto la realidad, me pesa demasiado el seguir adelante. 

-Lo siento, te juré que no lloraría si no era de felicidad pero...

Cierro los ojos con fuerza para tratar de callar todos mis demonios y mis pensamientos. Ya no quiero seguir en ésta fosa de melancolía y dolor. 

Me enfocare en los días felices, en nuestros momentos juntos, fueron apenas un suspiro en la vida pero significaron tanto y se han calado hasta mis entrañas con ainco. De nuevo regresa la tristeza, es caso perdido mi amor, ya no podré  seguir sin ti. Todo mi mundo se murió contigo y son solamente esos dos bellos ángeles que son tuyos y míos los únicos que me retienen en ésta vida miserable.

Los amo tanto que me esfuerzo por darles lo mejor de mí. Ellos... te extrañan, te extrañan, te recuerdan, te añoran...

Rin hace igual, ella viene casi diario a dejarte flores. Está a punto de casarse con Kohaku, sé que tú lo aprobarías. Al menos es lo que creo. Fue por eso que les di mi bendición.

Sabes, recordé el día en que recibimos a nuestros hijos, todos desbordaban felicidad infinita. Lloraste. Yo seque ésa lágrima. Fue un momento tan bello, tan fugaz, tan eterno, que ahora me ayuda en los instantes más oscuros.

Una explosión a lo lejos hizo que me sobresaltara, la batalla no había terminado, creo que nunca acabará.

-Debo irme...- delinee tu nombre tallado en la lápida de piedra -Cuidaré de nuestros hijos así como tú lo hiciste... Sesshomaru...- bajo la mirada conteniendo el caleidoscopio de mis sentimientos reprimidos, la guerra no me ha dejado tiempo para siquiera asimilar del todo que no te veré más.

Me pongo de pie y voy directo al pueblo, los demás deben estarme esperando. Hay que defender a nuestros amigos yokai del exterminio al que han sido sometidos. Ésta es una guerra de humanos contra yokais, guerra que se llevó lo que más amaba, la mitad de mi corazón.

Sesshomaru, murió protegiendo a nuestros hijos de una horda de humanos asesinos y monjes. Todo un ejército para matar a un sólo yokai.

Suspiro, algo me dice que la razón por la que los yokais no se ven en el futuro es ésta sangrienta guerra.

-Te amo Sesshomaru, quizás pronto me reúna contigo- de nuevo una lágrima se me escapa -Mi humanidad y mortalidad ahora es un alivio porque yo no podría vivir siglos sin ti...- escucho otro estruendo -No te preocupes, yo los protejo ahora- alzo la vista con decisión, veo al cielo y el recuerdo viene a mí -Fue una suerte haberte lanzado ése primer flechazo...

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Narración

La guerra duró años, se llevó la vida de incontables yokais y personas de ambos bandos, se llevó la vida de una poderosa miko quien siempre trató que todos vivieran en paz, Kagome Higurashi finalmente se reunió con su amado en el otro mundo. El sengoku quedó devastado, los seres vivos quedaron devastados, su mundo igual.

Al final los humanos tomaron posesión del mundo, los yokais que sobrevivieron fueron obligados a vivir en los bosques, siempre huyendo y escondiéndose, unos pocos lograron mezclarse entre los humanos.

Los amigos de Kagome sobrevivieron y vivieron sus vidas lo mejor posible. Sango y Miroku criaron a sus hijos hasta ver a sus nietos y bisnietos. Shippo al final de la guerra encontró el amor en una de las jóvenes yokais que le acompañó siempre  (Souten). Rin y Kohaku se casaron después de la guerra, Jaken se quedó a su lado, ayudó a criar a sus hijos.

Los hijos de Kagome y Sesshomaru vivieron siglos en la tierra fomentando el amor y la fuerza que sus padres les enseñaron, la vida de sus padres fue, al menos para ellos, eterna...

Fin

Espero que les gustara y haya valido la pena la espera. Quería un final distinto a mis otros finales.
Espero que les agradara.

Sin más, me despido, nos vemos en mis otras historias, bye ^-^

Mis otras historias sesshome son:

-Señor Sesshomaru
-Tu verdadero yo
-Que inesperado
-Libro de one-shots
-Cuestión de genética
-Llave dimensional
-Tal como te imaginé
-The girl
-Rosas azules  
-Cinco Reinos
-SesshoTips

Historias cortas
-Un día mientras te perdía 
-La pareja perfecta

One and two shots
-¿Me dejarás ir?
-Amor del bueno
-La noche
-Callejón
-Para aprender

Flechazo  (Sesshome one-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora