"El miedo y la soledad nos pretenden acostumbrar." (Parte 2)

722 63 41
                                    

Kazuichi no podía detener esos vergonzosos sonidos, puesto que estaban atacando dos partes muy sensibles en él, fue entonces que entre gemidos pidió, casi en una súplica y en una manera sumamente vulgar... El ser follado.

El criador levantó una ceja al escuchar eso, consciente del lenguaje "primitivo" que su contraparte solía utilizar, pero sin esperar que le dijera algo así a él...

Dejó lo que estaba haciendo con sus pectorales para despojarlo de su ropa interior lentamente, disfrutando de cada segundo de tocarle al hacer esto mientras Souda por su parte observaba su cuerpo, aún si no lo aparentaba Tanaka era mucho más fuerte de lo que cualquiera hubiera creído, una prueba de esto eran los músculos en sus brazos, su ancho pecho, sus abdominales marcados... Ni qué decir de su miembro, que sólo quedaba admirar que el muchacho no estaba mal dotado.

Teniendo al muchacho de cabello rosado debajo casi desnudo (a excepción de la camisa que tenía subida por encima de su pecho) Gundham empezó con aquello, inclinándose hacia abajo para, ya estando a la altura del miembro contrario, dedicarle una muy perversa sonrisa, por ese momento ninguno de los dos podía ni iban a pensar en nada más, mucho menos al momento en el que aquella erección ya estaba ocupando la boca del "Dark Overlord".

El muchacho de cabellos bicolor empezó despacio, pasando su lengua desde los genitales y por todo el tronco hacia la punta, haciendo esto sólo un par de veces más antes de por fin introducir la punta y despacio irla deslizando por su cálida y húmeda boca. Kazuichi le miraba desde arriba, mordiéndose el labio con cuidado de no lastimarse completamente complacido por lo bien que se sentía y lo increíble que era el otro con eso, tomando en cuenta que aparentemente ninguno de los dos había tenido alguna experiencia de ese tipo.

Tanaka usando como apoyo su fuerza de absorción dio inicio al sexo oral, presionando entre las húmedas paredes internas de sus mejillas succionando mientras con su lengua recorría de un lado a otro con el fin de hacerle disfrutar mucho más al otro. Sin pensar en nada y antes de que fuera demasiado tarde elevó una de sus manos, moviendo sus dedos tal como si estuviera pidiendo algo... Y era que exactamente así hacía, separándose meramente para pedirlo y volviendo con lo suyo mientras Souda parecía extendía su brazo hacia su mesa de noche en busca de algo en sus cajones.

Gundham seguía chupando moviendo su cabeza de arriba hacia abajo mientras teniendo ligeros espasmos Souda se estaba esforzando por poder conseguir algo que le fuera útil y no terminar por correrse en la boca ajena en el intento, obteniendo cuando menos lo esperaba una botella de loción que si bien no era lo que quería sería útil... Tampoco era como si tuviera un lubricante especificado al uso sexual...

El más alto, quien tenía los ojos abiertos mientras la succión era notoria en sus mejillas pidió esta botella con sus dedos, separando los labios del miembro apenas la había recibido.

Como era de esperarse de alguien como él ni siquiera se molestó en agradecer, separándose de su erección quedando unido por apenas un hilo de saliva, no tardó nada en acomodarse entre las piernas del muchacho de menor estatura y junto a esto el dejar caer una generosa cantidad de aquella loción que desde sus genitales se deslizaba hasta su apretada entrada a causa de la posición en la que estaba, que con las piernas abiertas debajo de Gundham semi desnudo dejaba nada a la imaginación.

El líquido transparente y de consistencia apenas un poco, muy poco gruesa, se deslizó despacio entre las piernas de Kazuichi y hacia su entrada, Tanaka, lamiendo sus labios por última vez acarició el interior de los muslos del contrario, disfrutando segundo a segundo de hacer esto hasta que llevó ambos pulgares hasta aquella entrada, separándola un poco así y también dándole una mirada apreciativa, era claro que no iba a ser fácil que su propia erección entrara allí, sin embargo... No había nada que perder con el tan sólo intentarlo.

Lágrimas de cristal.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora