One- shot NaLu genderbend

Capítulo único

Ella llegó de imprevisto a mi vida; yo sólo buscaba entrar al gremio de Fairy Tail, sin buscarlo ella me salvó de los extraños poderes de seducción de "Salamander", en ese momento no le tomé importancia pero ahora me siento como un completo estúpido de sólo recordarlo. Actualmente pienso que soy un idiota por haberme dejado engañar por una desconocida, y en frente de Natsumi. Qué pésima primera impresión debí de haberle dado.

A ella no le importó, y aunque no rompió el hechizo de seducción de Salamander con la intención de ayudarme yo decidí agradecerle.
Fuimos a un pequeño restaurant a comer, le conté cosas sobre mí y ella también. Ella formaba parte del gremio de Fairy Tail, hasta se ofreció a llevarme hasta allá.

No fue muy difícil que me aceptaran, recuerdo que ella estaba feliz de que así sea. Desde ese momento empezamos a ser más y más cercanos; comíamos juntos, íbamos a misiones juntos y, aunque hasta el día de hoy no me gusta para nada, sigue metiéndose en mi departamento sin mi permiso, sin embargo es grato tener su presencia por la mañana y poder desayunar.

Realmente fue una completa casualidad nuestro encuentro, no creo en el destino, pero puedo sentir que hay algo más allá de nuestro encuentro.

– ¡Lucas! –Una estridente voz resuena exageradamente cerca de mi tímpano, y yo ya sé de quién se trata. Natsumi se aparece detrás de mí poniendo su mano izquierda en mi hombro.

– Natsumi, te dije que dejaras de gritarme tan cerca de la oreja. –Me quejé mientras me masajeaba con el dedo el oído.

– Lo siento, pero es que parecía que estabas en las nubes, y yo tenía que poner fin a eso –Aquello último lo dijo con una malicia que me hizo odiarla unos segundos. – ¿Sobre qué pensabas? Estabas muy sumido en ello por lo que parece.

Se sentó en los arbustos detrás de mí en el parque, yo por mientras estaba sentado en la banca frente a estos.

Me da un poco de vergüenza decirle que estaba pensando en cuando nos conocimos pero de igual manera aun si no le importa, merece saberlo. – Pues... sólo recordaba cuando nos conocimos. –Odio vacilar al hablar, y más si es con ella.

– Ohh sí, fue una manera muy particular de conocerse, ¿no? –Dijo con picardía, para luego sonreír en señal de que lo decía en broma. Con el tiempo que hemos pasado juntos he aprendido a diferenciar las expresiones que hace y a qué se deben. –Aún no sé cómo pudiste haber caído en los falsos encantos de esa mujer. –Mencionó con reproche, o al menos yo lo escuché así

– Oye, ya basta, pasó hace tiempo, pero a decir verdad... –Me sobé la nuca incomodo –Estoy agradecido de que eso haya ocurrido, sino no hubiese podido conocerte ni entrar al gremio. –A pesar de que dije también lo del gremio le tomó más importancia a lo primero, ya que apenas terminé de hablar se me abalanzó encima, abrazándome por detrás.

– Ahgg, te odio. – Dije para ocultar mi vergüenza, pero lo cierto es que realmente se trata de ella.
No conseguí nada en mis vanos intentos por apartarla, sólo apretaba más el abrazo hasta el punto de lastimarme un poco, ésta chica realmente tiene fuerza.

– Me amas~. –Dijo risueña como siempre. A pesar de que lo dijo en broma yo no pude evitar sonrojarme violentamente.

– O-Oye, también dije lo del gremio, no te creas tanto. –Me soltó un poco para luego mirarme a la cara, sacando a relucir su mejor sonrisa triunfante.

– Awww, me quieres más de lo que crees. –Dijo socarrona, mientras frotaba inconscientemente sus enormes pechos en mi espalda. –Sin duda tu novia será una mujer afortunada –Pude percibir un pequeño deje de tristeza en su voz, pero no me haré ilusiones, deben ser imaginaciones mías.