CAPITULO 5

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Al día siguiente, por la mañana, Wonsik despierta y se queda contemplando el dormido rostro de su compañero. Se imagina despertar así los siguientes días pero enseguida lo descarta. Sonríe y niega con la cabeza antes de ir al baño. Un hombre de negocios como Taekwoon jamás se fijara en él, y más si ya tiene pareja, son demasiado opuestos. Al terminar de ducharse, se viste y toma una foto de la desnuda espalda de Leo, que aún duerme. Sonríe y va a la cocina a preparar el desayuno.

Taekwoon al sentir los rayos del sol se mueve un poco buscando el cuerpo de Wonsik a su lado, al no sentirlo piensa que había sido sólo un sueño pero cuando abre los ojos se sorprende al encontrarse con otra recamara. Sonríe emocionado, recordando todas las deliciosas veces que lo habían hecho en la noche.

—Maldición —murmura al no poder moverse por una punzada en su espalda baja.

Ravi vuelve a la habitación con sus prendas que recogió de la sala, entonces se percata de que el otro está despierto así que deja sus prendas en la mesa.

—¿Quieres ducharte? ¿Puedes caminar? —se burla al ver las muecas de dolor en el rostro del mayor—. Te llevo, tienes pintura en el cabello y tu mano aún está roja de pintura —se ríe a carcajadas acercándose a Leo.

—Dime que no me metiste tu cosa esa —murmura tapando su rostro tratando de pararse—. Maldición, me duele —suspira viéndolo—, se buena persona y llévame al baño, realmente estoy adolorido.

—¿Mi cosa? —se ríe a carcajadas—. ¿Por la noche eres uno y por el día eres otro? —carga a Taekwoon en brazos y lo lleva hasta el baño—. Recuerdo con claridad como me rogabas porque te la metiera con más fuerza.

—Cállate —ordena y suspira—. No sé cómo pude caer tan bajo, dejar que alguien me la metiera —niega—. Admito que lo disfrute.

—¿Fue tu primera vez recibiendo? Debiste decirme así no hubiera sido tan rudo —dice sorprendido Ravi, deja al mayor en la tina y le mira las piernas—. Te dije que las mordería —sonríe mientras acaricia los muslos internos del mayor, en donde se pueden apreciar manchas rojizas.

—Tú eres un pervertido —dice Leo acomodándose en la tina—. Aah~ —gime de dolor—ahora sé lo que Jaehwan siente cuando yo le doy.

—Placer, dolor y ¿Cariño? —le la un beso en la mejilla antes de prender la ducha que cae directo sobre la cabeza del mayor. Ríe a carcajadas mientras cambia por la ducha portátil—. Puedes solo o ¿Quieres que te ayude?

—Ayúdame —sonríe y toma la mano del menor—. Eres muy sexy.

—Lo sé —Ravi se acerca a Leo mientras le moja el pecho con la regadera, le da un suave beso en los labios y se aleja—. No soy tu novio para consentirte tanto. Voy a hacer el desayuno —se pone de pie.

—Bueno —Taekwoon se ríe viendo el trasero del menor cuando sale del baño, se muerde el labio y comenzando a bañarse.

Wonsik va a la cocina. Termina el desayuno y sirve para dos en la mesa de la sala, se sienta a comer mientras revisa sus redes sociales.

Leo sale del baño buscando su ropa, al encontrarla se la pone.

Wonsik bebe de su café y mira los dibujos en la pared percatándose de algo inusual, se levanta para verlo mejor y sonríe.

—Taekwoon, aquí está la evidencia de que te di muy fuerte contra la pared —susurra Ravi, viendo dos manchas de manos en la pared, una roja y al lado una azul. En ese momento Leo baja acercándose a él.

—¿Qué vez, Wonsik? —pregunta sonriendo al notarlo—. Esas manos son muy lindas.

—Sí —sonríe el menor, agarra una mano del otro y entrelazan sus dedos—. Hice café —le guía hacia la mesa. Taekwoon sonríe sin dejar de verle.

ENTRE AMANTESOù les histoires vivent. Découvrez maintenant