❀ 020

169 10 35
                                    

Febrero, 2021.

Me sentía radiante, feliz, ¡eternamente feliz! Una gran sensación recorría cada parte de mi cuerpo haciéndome sonreír todo el rato que recordaba la tarde, ¿realmente se podía ser tan feliz? Gracias a mi novio había podido encontrar personas increíbles que me habían aceptado sin conocer apenas nada de mí, respetando mis decisiones y pendientes a conocer a la persona que tenían delante independientemente de lo sucedido en el pasado. Me encontraba tan feliz que nada podría arruinar mi felicidad, al menos no ese día.

El trayecto en coche fue tranquilo, Jungkook y yo nos mantuvimos hablando de cosas varias como nos acostumbrábamos a hacer —aunque en algunas ocasiones se viera interrumpido por una canción que nos gustara mucho— cuando estábamos juntos. Podía notar que también estaba feliz a la par que preocupado por la posición que tomó durante todo el trayecto de manera que solo en determinadas ocasiones apartó su mano de mi muslo. Solía hacer eso cuando se encontraba preocupado, era como la manera de indicarme que estaba ahí por si yo le necesitaba. Yo simplemente le acariciaba su mano sonriendo por lo mono que era sin pensarlo.

Aparcó con facilidad, me imaginé que, al ser una zona prácticamente de universitarios y al estar de vacaciones, se encontraban de fiesta. Bajé tomando mi bolso después. No tardé en tomar la mano de Jungkook una vez llegué a su lado para cruzar la carretera. Nos mantuvimos en un silencio interrumpido únicamente por el saludo de aquel portero que en pocas ocasiones había visto por allí, no era aquel que siempre se encontraba. Entramos al ascensor y de pronto las ganas por llegar al piso de Jungkook aparecieron mostrándome que, a pesar de la diversión, me encontraba muy cansada. Sobretodo emocionalmente.

Por un momento me replanteé el hecho de intentar buscar un piso por la misma zona o en el mismo edificio. La cosa es que era cierto que todavía no quería compartir el mismo techo que el de Jungkook pero, me hacía ilusión vivir cerca, poder vernos siempre que quisiéramos o incluso dormir en casa del otro algún día. Vivir juntos era un tema delicado, cada uno quería su espacio y por ahora era una opción lejana. Además, Jimin y Jungkook estaban tan cómodos juntos que me daba pena incluso entrometerme. Solo que, estaba segura de que Youngmi no querría vivir en una zona tan universitaria.

—Por fin —susurró Jungkook cansado al abrir la puerta de su piso.

Sin pensárselo ni dos veces, se quitó los zapatos y la chaqueta, saludó a los cachorros y salió pitando de allí. Pude oír cómo sonó el sofá por lo que deduje que se había tirado sobre él sin pensárselo. Solté una pequeña carcajada. Imité sus acciones aunque quedándome por un tiempo más saludando a los cachorros. Sonreí tomando el cascabel de mi cachorro entre mis dedos, aún aquel pequeño bichito no tenía nombre. Una vez dejé de acariciarlos, me encaminé a ver qué se suponía que estaba haciendo Jungkook; se encontraba tirado sobre el sofá cheslón boca arriba con los ojos cerrados casi como si estuviera muerto. Sonreí entendiendo su cansancio completamente.

—Ya mañana acaba todo, aguanta un día más —añadí con esperanza haciéndole sonreír. Comencé a acariciar su cabello y al momento abrió los ojos.

—Espero que te guste —asentí con la cabeza afirmando sus palabras. Desvié mis caricias hasta plantar mi mano sobre su mejilla. Se veía tan vulnerable así.

—Claro y más sabiendo todo lo que te has esforzado —le aseguré—. Además, aunque estés nervioso, sé que vas a ser el mejor de allí, incluso aunque realmente haya gente mejor. Tú para mí siempre vas a serlo, no tienes porqué preocuparte.

Levantó su cuerpo quedándose sentado sobre el sofá a mi lado quedando bastante cerca de mí. Apartó los pies con cuidado de darme para quedarse sentado de frente al televisor, inclinando un poco su cuerpo para mirarme a los ojos. Besó cortamente mis labios antes de abrazarme acelerando mi corazón, mandando descargas eléctricas directas a todas mis extremidades. Aún no podía acostumbrarme. Acaricié su espalda correspondiendo a su abrazo sin poder evitar sonreír, echaba tanto de menos eso. Me retorcí ante su tacto en mi espalda y mi cabello.

Remember Him ↠ Jeon JungkookOù les histoires vivent. Découvrez maintenant