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Odiaba la intriga, pero era emocionante

El la hacía tentadora

Era extraño cambiar mis horizontes

Mi moral era inquebrantable

De algún modo, la sal perdió su sabor

Mi sarcasmo ya no tenía gracia

Mi ironía ya no era letal

Me volvía sensible, mis pensamientos ya no eran centrados

Me volvía vulnerable.

Mi único consuelo era la escritura y sí que era la única

Las letras tomaban vida, danzaban a un solo ritmo de mi mano

Era hermoso, pero ya no eran mis costumbres

No lograba crear prejuicios ni crear grandes barreras

Ya nada tenía lógica, perdían fuerza

Mi único recurso era mi escritura

Un poco de papel, un bolígrafo y una gran imaginación, tal vez una realidad

Pero ya no había palabras

Todo se quedaba corto...

"Cuando ni la escritura consuela tus pensamientos estas encaminándote a un mundo sin cordura, sin juicio"


Stay ClassyWhere stories live. Discover now