Primer día.

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Hoy, 19 de marzo, me despierto con mi primer día en la facultad de medicina por delante. Estoy en un punto donde lo único que quiero es huir, la pregunta clave seria..: ¿a donde? Bueno en realidad no, pensándolo bien, puedo agarrar un mapa y elegir mínimo diez lugares donde me gustaría estar en este momento, tal vez la interrogación mas correcta podria ser ¿como? A veces pienso que me gustaría tener dos vidas, una para hacer lo que de verdad quiero hacer, sin preguntarme que pasara después, sin preocuparme por las consecuencias que puedan traer aparejado mis decisiones. Sinceramente pienso que la vida es un puzzle, el cual dia a dia voy armando, pieza por pieza. La diferencia, es que con este esperas un resultado seguro, en cambio la vida es tan impredecible que no tengo la mas minima idea de cual es el final, si es que hay uno. La otra vida en cambio seria la típica que las personas ¨comunes y corrientes¨ viven o sobreviven, al igual que mis padres, rutina, trabajo, hijos, mas trabajo, entre otras cosas.

Después de un verano diferente en Estrasburgo es shockeante volver a la realidad, a mi realidad. Estuve viajando dos meses sola por una de esas ciudades que parecen salidas de una revista o tal vez de un cuento. Una mezcla de callecitas entrelazadas, canales, aires franceses mezclados con el encanto alemán de esa región. Me voy por las ramas cuando pienso en esos días, es como si mi mente tuviera dos extremos, pero, volviendo al lado de la vuelta a la vida actual..

Ringgg, suena la quinta alarma de la mañana, nuevo dia. Algo que me cuesta horrores es despertarme y al ojear el reloj notar que son las 7:00am de la mañana, y claro, lo primero que pienso es si realmente es necesario que vaya a clase ese dia, claro que si, es el primero. No se como, pero mi conciencia me grita que lo que tengo que hacer es levantarme
inmediatamente. Luego de una ducha caliente, un café y tostadas de desayuno abro la puerta de mi casa y me encuentro con un viento caluroso terrible, sumado a la humedad típica de marzo, culpo a mi impulso de levantarme de la cama por eso. El camino a la facultad en bondi fue como de costumbre, me había olvidado lo que se sentía. Personas amontonadas, claro, ni pensar en encontrar un asiento libre o mucho menos un espacio en el cual no me sienta el jamón de un sándwich.

El camino fue típico, parada entre la multitud, observando la gente a mi alrededor, luego de distraerme unos minutos mirando atentametne como una chica intenta llegar rapidamente a la parada antes que pase el ómnibus. Miro a mi derecha, un asiento libre, al parecer el primer dia de clases no va a ser tan malo después de todo. A mi lado un señor, aparentemente mayor de 50 años, parece muy concentrado con su teléfono celular con el cual intenta enviar un mensaje de texto. Lo observo mas detenidamente, por su apariencia parece cansado, le miro las manos, algo que mi padre me enseño desde pequeña es cuanto se puede deducir de una persona con tan solo observar sus manos: arrugadas, fuertes, con cayos, eso indica que es un hombre de trabajo.

Al llegar a la facultad decido chequear nuevamente en que salón me toca para estar 100% segura y no llegar tarde el primer día. Salón 203, al parecer segundo piso. Son 8 menos 10, todavía me quedan 10 minutos antes que nos dejen ingresar a los salones. Me distraigo mirando el grupo de Snapchat con mis amigas, las típicas fotos mañaneras. Cuando miro la hora nuevamente son 8:05am, compruebo mi hipótesis de que tengo que trabajar en ser menos despistada, recuerdo que mi madre me lo dice bastante seguido. Río. Se me hace difícil moverme entre la multitud, una chica a mi izquierda al parecer no esta en una situación diferente. Decido hablarle.

-Hola! Sabes para que lado queda el salón 203? Exclamo

-Perdida? Jaja es este! Me dice señalando la clase que tenia justo en frente.

-Buen comienzo, gracias -Le contesto riendo.

-No hay de que, yo tengo en el msmo salon, podemos entrar juntas, me llamo Sofia -expreso amablemente

-Genial! Mercedes, un gusto. dije mientras caminaba atravez de la puerta.

Nos sentamos juntas en dos sillas pegadas, el resto de los estudiantes ya se encontraba dentro del salon.

Se oye una voz grave:

-Hola generacion 2017, mi nombre es Estela, voy a ser su profesora de una materia muy importante que van a tener durante todo este primer año. Este es el salon 202 y van a ser compañeros a lo largo de toda la carrera, asi que espero que logremos mantener una buena relacion.

-Perdon, dijo salon 202? Dije en voz alta, tal vez demasiado alta. se escucharon risas desde el fondo

-Si, exactamente. dijo la profesora mirandome fijamente.

Al escuchar y procesar esto mire a Sofia y descubri que ella tambien me estaba mirando.

Nos paramos rapidamente y dos estudiantes mas tambien lo hicieron, que bien, al menos no fuimos las únicas infiltradas.

-Perdon, nos equivocamos de salon, dije mientras caminaba seguida de los chicos hacia la puerta.

Salimos riendo, ellos se presentaron:

-Hola, soy juan, buen inicio.. dijo mirando al rededor intentando localizar el salon correcto.

-Tomas, ¿ustedes  como se llaman chicas? Preguntó.

-Yo soy Sofía.

-Yo Mercedes, un gusto y este es nuestro salon, dije señalando una puerta que quedaba dando la vuelta al pasillo.

203, se veia un cartel enorme en la puerta, la cual se encontraba cerrada.

-¿Quien entra primero? dijo Tomás.

Antes que pudieramos contestar, Juan abrio la puerta. todos los estudiantes voltearon hacia esta para mirarnos.

-Hola, son de este grupo? pregunto una señora bajita y rubia que parecia ser la docente.

-Si, nos confundimos de salón, perdón la tardanza - dijo Juan atareado

Se notaba claramente que era un chico responsable ya que era el que era el que estaba por lejos mas preocupado de los cuatro, una gota de sudor bajaba por su frente, en cuanto a su apariencia, usaba lentes gruesos y vestia una camisa a rayas a juego con un par de jeans.

-No hay problema, es el primer dia, ya se van a adaptar. mi nombre es Rosa, sientense a gusto donde quieran.

Miré al rededor en busca de sillas vacias y me sente junto a Sofi. De repente, no pude creer lo que veian mis ojos, el chico castaño del bar estaba justo enfrente, mirandome al igual que lo hizo esa noche. esta vez, claramente, a falta de copas evite su mirada, al parecer lo noto y bajo la vista al suelo.

Ahí, a partir de ese preciso instante fue cuando mi cabeza hizo click. Conocia a ese muchacho.

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⏰ Last updated: Feb 16, 2019 ⏰

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Destino o casualidad. (23)Where stories live. Discover now