Parte 8

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La carta decía así:

No gusto de ser un simple visitante, no busco ser un ave de paso.

Lo repetiré las veces que si quiera, yo pueda considerar necesario, es para mi concepto interesante todo esto, y cuando algo me llama la atención y no logra escapar al olvido de mi mente, estoy en aprietos, soy obligado.

¿Y qué podría la necesidad sobre el interés obligar a mí ser?

Quizás la respuesta pueda ser tan sencilla como el holocausto que causo en ella con tan solo presentarme, o quizá sea completamente lo contrario.

Cuenta con una complejidad tan maravillosa y deleitable, ligada a la curiosidad... resulta ser algo tan inadvertido y sorprendente, comparable a la razón del porque no puedo ver más que por sus palabras.

Sus oscuros ojos laten en otro idioma.

Y... aunque pueda percibir, aun con la experiencia determinante e infalible de un sabio, el dulce contoneo ante lo que causa mi presencia en los pensamientos de ella, que en un abrir y cerrar de ojos se convierten en aguas cristalinas de singular apariencia y honestidad.

Ciertamente el no poder obtener algo es frustrante para mí ser. Es parte de una devoradora de hombres.

Me pregunto: ¿Es obligación del destino negarme a los anhelos? ¿No existe otro remedio para la satisfacción?

En qué momento este animal comenzó a controlarme ¿deje que la bestia me manipulara para satisfacerle? ¿Inicie a controlarles para satisfacerme?

Ella es un delicado sinsajo en medio de la guerra, ve la paz tan próxima y atenta como un girasol a su razón para vivir. No quisiera hacerle jamás algún tipo de daño.

Soy como un maldito monstruo marcado por la maldición de la obligación, estoy ligado a descubrir un paraíso que esconde en el dilatar temprano que imprescindible se anuncia cuando nuestros ojos se conectan, es un deseo que se manifiesta desde mi interior, extravagante y egocéntrico, tal cual la personalidad del caballero de armadura lustrosa.

Quiero saberlo todo, todo de ella, sin importar cuál sea la razón para ello. Solo soy consciente de algo; aunque sea manipulado por esta bestia, sé que tengo en mis manos algo de sentido, de esencia. Al pasar las horas fundidas me importa más ella que destruir pasajes de recuerdos llanos, me importa lo suficiente para dejarme morder por la bestia, quizá sea, que esta miserable bestia, se halla enamorado tanto como yo de ella.

A mis hombros se cargan experiencias viejas y amargas, que aunque yo no me vean como un hombre malo, no tendría ninguna oportunidad de negarlo, puesto que no hacen falta motivos para condenar mi alma.

Cuando soy obligado a descubrir el secreto de este acertijo. Cuando me corresponde tomar un arco y una flecha no hay ningún lugar para ocultarse.

Puede que este solo, con una inerte lámpara parpadeante, que rige al compás de la esperanza, los esfuerzos se hacen tan efímeros como la paz que se desperdicia al salir de una biblioteca.

No todo queda servido, no todo es en vano.

Lo inevitable se convierte en dilema. Los recuerdos crean sollozos cánticos y sonatas


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LA NATURALEZA DE LOS SUEÑOSحيث تعيش القصص. اكتشف الآن