3. Cry baby

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Querido diario:

Las cosas se complican cada vez, hace unos días nos mudamos a la casa de una amiga de Victor con el motivo del despido de mi maestro. Cada que quiero mimar a Victor o decirle cosas positivas siempre llega su antiguo entrenador para decirle cosas como «Que decepción Nikiforov, si te viera tú madre seguro estaría muy decepcionado, ¿Quien iba a imaginar dependerías tanto de un robot?»

Solo puedo decir que ese tal Yakov no sabe lo que dice, yo soy el más solicitado por las personas que quieren seguir adelante a pesar de ser depresivos. Tal vez no lo sabe pero yo estuve con el presidente de la compañía Leroy, ayudando a Jean-Jacques a salir de su depresión, aunque si me sorprendió eso ya que él era muy... ¿Orgulloso? Pero salió adelante y ahora se casará con una Computer Girl, Isabella Yang.

Como sea, Yakov no sabe lo que es soportar los lloriqueos de Victor, y todos sus comportamientos infantiles. «Yuuri, Yakov dijo que soy peor que un ebrio. Yuuri, Yakov me dijo que todos están decepcionados de mi, ¿Tú también lo estás?. Yuuuuri, Yakov me dijo que si Dios viera todas las tonterías que eh hecho me mandaría directo a Marte, ¿Eso se puede? ¿Pero por qué a Marte? ¡¿Será por qué está lejos de la tierra, o por que ahí no hay oxígeno?!»

A veces no lo soporto. Se cree todo lo que le dice Yakov que todas las noches antes de dormir me abraza y comienza a llorar mientras dice cosas como «No debí a ver nacido. Soy peor que la madre de Rapunzel.»

— Yuuri.— vaya me tengo que ir. Bueno querido diario me despido.

Después de escribir, soltó un suspiro y levantándose de la cama camino hasta la sala para encontrarse con aquella mujer mayor que él

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Después de escribir, soltó un suspiro y levantándose de la cama camino hasta la sala para encontrarse con aquella mujer mayor que él. Esta llevaba un saco amarillo con mallones negros junto con unas botas igualmente negras; está miró a Yuuri por un largo rato y acercándose a él tocó su hombro.

— Iré a comprar cosas para la cena, no permitas que Yakov entre a la casa, no quiero escuchar a Victor llorando por la noche. No permitas que ese viejo arrugado le arruine la vida a tu maestro.— dijo mientras se alejaba de él y agarrando su cabello suelto lo recogió en un chongo, tomo su bolso, sus llaves y saliendo de su enorme departamento dejo solos a dos jóvenes.

Yuuri miro la puerta de la habitación de Victor y caminando hacia el, abrió está lentamente para encontrarse con el cuerpo de su maestro sobre el lecho. Puede que a veces sea insoportable pero es su maestro y lo quiere demasiado, bastante diría él. Camino hasta la orilla derecha de la cama y sentándose comenzó a acariciar el rostro de aquel hombre que era un bebé; entonces recordó a aquel hombre que tuvo antes de Victor. Giacometti... Por ese hombre estuvo apunto de tirar todo a la basura para estar con él, sin embargo Seung le ayudo a no hacerlo.

Oh eso es lo que dijo aquel Computer Boy antes de que le borraran los datos. Pero, ¿Qué pasó en esos días con el joven Giacometti? Es verdad que te borran los datos antes de tener un nuevo maestro, sin embargo algunos Computer Boy tienen la capacidad de bloquear los recuerdos más importantes para así sacarlos a la luz cuando sea necesario, y nuestro querido Yuuri tenía aquella capacidad, pero la suerte nunca a estado de su lado y lo único que recuerda de aquel maestro son sus ojos, verde como dos gemas.

— Mmh... ¿Yu-Yuuri? — el pequeño Boy salio de sus pensamientos para prestar atención a la persona que tenía con su mano en el rostro. Victor y sus enormes ojos azules tan lindos como siempre. Victor se acercó más al pequeño cuerpo que tenía a lado y recostando su cabeza en el regazo del joven comenzó hacer un especie de ronroneo, cosa que le provocó ternura y una risa suave al Boy.

— Jaja, ¿Acaso eres un gato Victor? — preguntó mientras acariciaba el cabello del peli-plateado.— Vitya es un tierno gatito.

Dijo mientras veía el pálido rostro teñirse de un color rojo muy exagerado. Yuuri comenzó a reírse y alzando la cabeza de su maestro lo acomodo en su almohada para luego acomodarse él alado de aquel joven. Victor en ningún momento había apartado su vista, de aquel moreno, lo traía loco.

— Mi bebé llorón.— dijo Yuuri con una voz suave, provocando un escalofrío en el cuerpo de Victor.— ¿Por qué es tan complicada la vida de los humanos?

— Yuuri... ¿Te puedo contar algo? — preguntó Victor mientras se acurrucaba en el cuerpo de su pequeño boy.— Cuando tenía 4 años, yo comencé a patinar, mi madre Inna Karenina fue una excelente patinadora artística, ella junto a mi padre Lukyan Nikiforov eran las grandes leyendas vivientes del patinaje, ellos se amaron y tuvieron el amor en el hielo. Cuando mi madre supo que tendría un hijo juro que le enseñaría todo sobre el patinaje para hacerlo una leyenda viviente. Sin embargo la decepcioné, a los 16 años renuncie al patinaje para dedicarme a mis estudios, quiera ser un gran líder de alguna empresa, crear algo que yo quisiera algo que..., estuviera relacionado con lo que me gusta, la música. Fue así que mi padre pago para irme a estudiar a Detroit por unos años; mi madre quería que toda nuestra familia formará parte del patinaje, y ser los grandes pero yo la decepcioné como siempre. Cuando me gradué de la universidad volví a Rusia para comenzar con mi pequeña empresa, pero en vez de eso me metí a una como trabajador y fue que en todos mis años los desperdicié, desperdicie todos estos años en una oficina cuándo podría estar viajando por todo el mundo ganando medallas, mi madre no tuvo un hijo para que esté sea una decepción.

Yuuri miro el suave cabello de su maestro y con una pequeña sonrisa acercó sus labios a esas hebras plateados y dándole un sonoro beso comenzó a activar una de sus funciones, soltando feromonas abrazo fuertemente a Victor mientras comenzaba a recitar una canción de cuna. Victor con una ligera sonrisa hundió su rostro al pecho de Yuuri cerrando los ojos.

Una mujer de cabellera plateada caminaba por aquellos pasillos hasta estar enfrente del departamento de su mejor amiga

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Una mujer de cabellera plateada caminaba por aquellos pasillos hasta estar enfrente del departamento de su mejor amiga. Abrió la puerta sin ningún permiso y adentrándose al departamento camino hasta el cuarto de su hijo “perdedor”, en donde abrió bruscamente la puerta dejándola boquiabierta al encontrar a su hijo abrazado de otro hombre. Inna al haberse enterado que su hijo fue despedido por quinta vez, molesta decidió ir hablar con él, lo convencería de volver al mundo del patinaje y lo mandaría a la mejor escuela de patinaje, le importaba poco, después de todo su hijo aún era joven. 23 años, era demasiado chico.

— ¿Víctor? — no podía creerlo. Su hijo abrazando a otro hombre, ¿Acaso aparte de desempleado también era homosexual? Oh no, eso sí que no lo permitirá. Le conseguiría una buena esposa y con ella tendrían muchos hijos.— Victor Nikiforov, tú bebé llorón, suelta a ese chico ahora mismo oh verás las consecuencias. — habló fuerte y claro provocando que los presentes se soltaran y sentándose rápidamente Victor palideció.

— ¿Madre?

Ahora ya no se sentía tan mal, ahora vio a su madre como la madre de Rapunzel, él siendo Rapunzel y su Yuuri como el pobre príncipe que pagara las consecuencias.

— Hijo.

Querido diario:

Esto se está descontrolando.

Necesito ayuda.

Computer boy (Victuuri)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora